Empezó como un programa gratuito de streaming para oír música sin descargar. Lanzó un servicio de suscripción para los que querían liberarse de la publicidad y ahora comienza a vender descargas de pago gracias a un acuerdo con 7digital. El futuro de Spotify es como el del propio negocio de la música. ¿Han oído el mensaje del P2P las discográficas?
Daniel Ek, uno de los fundadores de la única web que parece capaz de desafiar el reinado de iTunes (Apple), lo repetía la semana pasada en un artículo en el diario The Times de Londres: "El nuevo modelo de negocio de la música es una mezcla de publicidad, descargas, suscripciones, merchandising y entradas a conciertos donde el usuario llega y donde la clave para la rentabilización viene de la portabilidad y el paquete de derechos de acceso que se le ofrece".
Ek podría estar repitiendo el modelo de negocio de su empresa, que en solo un año se ha convertido en una referencia para los países en los que está presente. Ahora ya no sólo puedes escuchar música con publicidad, pagar un euro para oírla sin interrupciones durante 24 horas o tener un acceso premium para escuchar música en el ordenador o en el móvil (sólo iPhone y Android, por el momento), sin conexión, cuando viajas y además aprovecharte del marketing de los sellos con concursos e invitaciones.
Un modelo de negocio freemium y total -360, en la terminología de moda- para sobrevivir en un entorno donde los altos precios cobrados por las discográficas y las sociedades de derechos de autor han impedido el despegue de muchas iniciativas.
Primero fueron servicios de música y recomendaciones on line como Pandora o Last.fm, y siguieron desde pequeñas iniciativas hasta gigantes como Google a través de YouTube. MySpace revive con su oferta de música y Sky planea un servicio de música por suscripción en Gran Bretaña. Y ya se habla también de que Hulu, la web de streaming de televisión favorita en Estados Unidos, adoptará el negocio de pago en breve.
Spotify no es rentable a pesar de su impacto en la audiencia y a superar los 750.000 usuarios en España . Se considera "el mayor servicio de suscripción de música en Europa con cientos de miles de usuarios de pago", según Daniel Ek, pero la sordera de la industria musical no es fácil de combatir. Spotify, y el resto de webs de música, no serán rentables si no aumentan su facturación por usuario a través de todos los medios posibles. Al menos para poder pagar los derechos y el consumo de banda.
Desde hoy y a un clic, sin salir de la aplicación y gracias a la incorporación de dos pequeños botones, puedes comprar canciones por 0,99 euros y álbumes por algo menos de diez. Antes ya se podía comprar la música de Spotify, pero sólo a través de enlaces y más de diez clics. La música se descarga en tu ordenador, se puede utilizar en cualquier reproductor y tienes derecho a bajarla entre 3 y 5 veces, dependiendo de cada discográfica. Condiciones para evitar las protestas de los usuarios por los límites al uso de la música digital.
El futuro del negocio de la música depende ahora de que muchos clientes abandonen las descargas en las redes P2P por estas nuevas ofertas. La calidad del servicio, su fácil acceso y el precio son claves. ¿Oyen la nueva música las quejosas discográficas?
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