Brasilia.- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, reunió hoy a varios de sus ministros para discutir la la posición que asumirá el país en la próxima Cumbre sobre Cambio Climático, propuesta que aún no ha podido ser consensuada entre los sectores implicados.
En el encuentro, según informaron fuentes oficiales, se barajaron tres propuestas distintas, presentadas por el Ministerio del Medio Ambiente, el despacho de Ciencia y Tecnología y el Foro Brasileño de Cambio Climático, que congrega a diversos sectores de la sociedad.
"Hay abordajes diferentes, pero no existen diferencias de fondo", declaró el ministro del Medio Ambiente, Carlos Minc, quien explicó que el Gobierno continuará estudiando la situación.
Minc ratificó que, como adelantó Lula este lunes, Brasil se ha planteado para los próximos diez años la meta de reducir en un 80% el ritmo de la deforestación en la Amazonía, lo que a su vez sería equivalente a reducir sus emisiones de gases contaminantes en unos 4.800 millones de toneladas.
También reiteró que su despacho propone estabilizar las emisiones de gases para el 2020 en 2.200 millones de toneladas, lo que sería equivalente a la contaminación generada por el país en 2005.
El ministro no explicó las diferencias que existen en el grupo que discute sobre el asunto, pero remarcó que "son muchas más las coincidencias".
Los compromisos que adoptará Brasil "serán una adaptación del Plan Nacional contra el Cambio Climático (presentado en 2008), pero que dejarán de ser metas internas y voluntarias para transformarse en compromisos internacionales y obligatorios" durante la Cumbre que se celebrará en diciembre próximo en Copenhague, dijo Minc.
Brasil es considerado, junto con los países más ricos y algunas de las economías emergentes, uno de los grandes emisores de los gases que generan el calentamiento global.
El canciller Celso Amorim, que también participó en la reunión y preside la delegación brasileña en las negociaciones para la Cumbre del Cambio Climático, aseguró que, pese a aún no haber finalizado su propuesta, Brasil tendrá en la Cumbre de Copenhague "una posición compatible con su política de desarrollo sustentado".
La reunión se realizó en el Centro Cultural Banco do Brasil (CCBB), donde despacha temporalmente Lula debido a que el Palacio presidencial de Planalto está actualmente en obras.
A las puertas del CCBB, un pequeño grupo de activistas de la organización ecologista Greenpeace reclamó un mayor compromiso del Gobierno en defensa de la Amazonía y exigió que la deforestación no sea reducida en un 80%, sino eliminada por completo.
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