Brasilia.- El ministro de Medio Ambiente de Brasil, Carlos Minc, afirmó hoy que el país puede garantizar una reducción del 40% en sus emisiones de gases contaminantes para el 2020, lo que consideró "una meta muy osada" para una nación en desarrollo.
Según Minc, eso supondría que las emisiones de gases que provocan el efecto invernadero desde Brasil serían equivalentes para el 2020 a 1.600 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2).
La meta será presentada al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y al consejo de ministros el próximo martes para su análisis, pero según el titular de Medio Ambiente puede ser llevada por Brasil a la Cumbre sobre Cambio Climático que se celebrará en diciembre próximo en Copenhague (Dinamarca).
Minc ratificó que, aunque aún está en discusión en el seno del Gobierno, su despacho mantiene el objetivo de reducir en un 80% la desforestación en la región amazónica para el 2020, una meta que los organismos ecologistas consideran "insuficiente".
"Todos queremos cero deforestación, cero pobreza y también cero analfabetismo, pero debemos ser realistas y entender que una cosa es la intención y otra la realidad", señaló en rueda de prensa.
En opinión del ministro, las metas que está barajando Brasil "son muy osadas" para un país en desarrollo.
"Ningún país emergente está presentando metas similares", aseveró, al citar casos como los de "la India, que dice que va a triplicar sus emisiones", y China, que "quiere aumentarlas de 1,5 a 2 veces".4
Minc explicó que la reducción del 40% de las emisiones que plantea su despacho se apoya en la posibilidad de que el crecimiento de la economía brasileña se mantenga en el orden del 4% anual y admitió que, si la expansión fuera del 6%, la meta no podría ser alcanzada.
"No obstante, ese es un escenario improbable", señaló.
El funcionario reconoció que entre las propuestas de los países en desarrollo y las de los países ricos "hay un gran abismo" y afirmó que Brasil intentará "servir de puente para evitar un fracaso" de la cita de Copenhague.
"La amenaza de fracaso es real y se concentra sobre todo en los países ricos", que, apuntó, deben asumir compromisos firmes en relación a sus propias reducciones de emisiones.
Minc anunció que mañana viajará a la ciudad española de Barcelona para asistir a una "reunión de emergencia convocada por Dinamarca", de la cual dijo que será "un intento de salvar" la Cumbre de diciembre próximo.
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