Pekín.- Las autoridades chinas informaron hoy de que 108 sospechosos están acusados de instigar las revueltas étnicas entre uigures musulmanes y chinos el pasado 5 de julio en las que murieron cerca de 200 personas, después de que Al Qaeda llamara a la Guerra Santa contra el Gobierno chino.
Sin embargo, del total de acusados, sólo 21 son sospechosos de haber cometido homicidio, incendio intencional y robo, informó el fiscal general de la capital regional de la región autónoma uigur de Xinjiang, Urumqi, en declaraciones recogidas hoy por el diario oficial "China Daily".
El procurador público adjunto Liu Bo, informó de que fueron liberados más de 500 del total de 825 detenidos por las revueltas, que se desataron el 5 de julio en Urumqi después de que un grupo de uigures violentos empezara a matar a civiles, y en ellas resultaron heridas otras 1.600 personas.
Los 21 sospechosos acusados de los cargos más graves serán los primeros en ser llevados a los tribunales, después de que "la policía y la fiscalía reunieran todas las pruebas para ser presentadas como evidencias legítimas" en el juicio, explicó Liu.
El fiscal no ha desvelado la etnia de los acusados, pero dos de los que se enfrentan a cargos de homicidio tienen nombres uigures, y el diario menciona a un chino de etnia han.
Se trata de Abdukerim Abduwayit, acusado de asesinar a puñaladas a cinco personas e incendio premeditado, y de Gheni Yusup, que supuestamente golpeó hasta la muerte a otros cinco.
El acusado han que menciona el rotativo oficial es Han Junbo, que mató a una persona.
La policía confirmó también el arresto del sospechoso de matar al policía Wan Jingang durante la revuelta.
El consejero de Estado y ministro de Seguridad Pública Meng Jianzhu ha señalado que no habrá clemencia para aquellos que participaron en la revuelta.
La presentación de cargos es una labor muy absorbente "debido al gran número de personas y evidencias implicadas. Por eso sólo hemos presentado acusaciones públicas contra 21 sospechosos de momento, pero el fiscal acelerará el proceso con el resto de sospechosos", agregó Liu.
Aunque los uigures en el exilio reconocieron que miembros de su etnia se comportaron de forma violenta el 5 de julio, acusan a las fuerzas de seguridad chinas de haber llevado a cabo una brutal represión en la que murieron hasta 800 personas que ha sido ocultada.
También señalan que las autoridades han ocultado el linchamiento de uigures por parte de chinos en venganza por la revuelta.
Los uigures, una etnia de lengua turcomana y credo musulmán que habita la región de Xinjiang (Turkestán Oriental) desde hace siglos, acusan al gobierno chino de haber llevado a cabo una campaña represiva para acabar con su cultura y apoderarse de sus recursos naturales desde que las tropas comunistas se anexionaron definitivamente la región en 1949.
El miércoles un alto mando del grupo terrorista islámico Al Qaeda instó a la minoría uigur a prepararse contra la "Guerra Santa" contra el Gobierno chino en respuesta a esa represión, por lo que la seguridad se ha incrementado recientemente en las calles de Urumqi.
"No hay lugar para la salvación y para aliviar esa opresión y tiranía a menos que os preparéis seriamente para la Jihad en el nombre de Dios y carguéis vuestras armas contra la turba de invasores brutales", señaló el miércoles Abu Yahia Al-Libi en un vídeo reproducido en una web islamista.
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