Bruselas.- Las cofradías de pescadores del Cantábrico han reclamado hoy mejoras en el plan propuesto por Bruselas para gestionar el caladero de la anchoa en el Golfo de Vizcaya, una vez que se reabra, de manera que en el futuro las oportunidades de capturas sean mayores.
Las cofradías han participado en un debate en la comisión de Pesca del Parlamento Europeo (PE) acerca del proyecto de Bruselas para regular la pesca de la anchoa o bocarte, una vez que se termine la veda aplicada desde hace cuatro años a esta especie.
El representante de la federación de cofradías de Cantabria, Enrique Paz, ha afirmado que aunque el plan es positivo, porque fue propiciado por el sector, tiene algunos aspectos que deben ser mejorados.
Paz, que ha intervenido como presidente del grupo de anchoa del Consejo Consultivo sobre aguas occidentales, ha declarado a la prensa que el sector no está de acuerdo, sobre todo en que los peces de esa especie usados como cebo vivo "computen" a la hora da calcular las capturas: "hablamos de un 1 por ciento".
El sector cantábrico usa la anchoa como alimento natural del bonito.
Las cofradías también quieren elevar la llamada "tasa de explotación", ya que según el plan, cuando las existencias de anchoas superen las 33.0000 toneladas el Total Admisible de Capturas (TAC) supondrá un 30 por ciento del nivel de biomasa.
Los pescadores pretenden que ese porcentaje se sitúe en el 40 por ciento, para tener así más posibilidades de capturas.
Por otra parte, las cofradías rechazan que los barcos tengan que avisar de sus transbordos cuatro horas antes, lo que para los navíos que faenan en la bahía supone "tener que esperar antes de entrar a tierra, con un producto como la anchoa, altamente perecedero", según Paz, quien ha dicho basta con alertar con una hora y media de antelación.
Los pescadores son conscientes de que estos planes se aplicarán una vez que se reabra el caladero, lo que no ocurrirá hasta que los informes científicos en los que se basa la Comisión acrediten que se ha recuperado la anchoa, por lo menos en la próxima primavera.
Respecto a las posibilidades de que se recobre, el representante del centro tecnológico vasco de Investigación Marina y Alimentaria, AZTI, Andrés Uriarte, se ha mostrado optimista y ha apuntado que la media de existencias está en las 21.000 toneladas, mientras que el límite mínimo para reanudar la pesca es de 24.000.
"Todo es posible, esta población tiene una gran capacidad de recuperación", según Uriarte.
Los pescadores se han resignado a aceptar que durante unos años la cuota de anchoa será pequeña y esperan que las flotas de Francia respeten el plan, según ha afirmado el presidente de las cofradías de Vizcaya, Iñaki Zabaleta.
Por ejemplo, hay acuerdo entre los pescadores de los dos países para parar durante tres meses al año y para aumentar la cuota a la flota francesa, de manera que el día que se fije el TAC de anchoa del Cantábrico, tenga el 20% en lugar del 10% previsto por la UE (con lo que los españoles pasarían del 90% al 80%).
Paz ha señalado que si se reabriera la pesquería tendrá que haber una cuota mínima de 7.000 toneladas, porque participan 220 barcos y menos "sería bastante perjudicial e inviable".
El Parlamento votará un informe sobre el plan de la anchoa, cuya ponente es la eurodiputada española Izascun Bilbao (Partido Nacionalista Vasco).
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