Funes pide más integración en la región y la restitución inmediata de Zelaya

Naciones Unidas.-  El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, abogó hoy por una mayor integración de Centroamérica y por la restitución inmediata del depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, ya que si no, las elecciones de noviembre en ese país carecerán de legitimidad.

"No hay salida ni futuro para cada uno de nuestros países de manera aislada. En Centroamérica dejamos atrás hace tiempo la etapa de las nacionalidades y atravesamos de lleno una nueva de mayores integraciones", aseguró hoy el mandatario en su discurso ante los miembros de la Asamblea General de la ONU.

Funes, que ve en la Unión Europea "la experiencia más avanzada y ejemplar", explicó que los países centroamericanos deben "recuperar el espíritu libertario e independentista" de sus próceres.

Un primer paso sería la celebración de una cumbre que estudie el proceso de integración y "una mayor cesión de competencias para fortalecer la supranacionalidad a fin de que sirva eficientemente a los propósitos y principios establecidos en el protocolo de Tegucigalpa, hacerlo creíble y, esencialmente, posible".

Explicó que es necesario reforzar las instituciones democráticas regionales para evitar episodios como el golpe militar hondureño y hacer lo necesario para eliminar "toda posibilidad de volver a tiempos del autoritarismo o de dictaduras militares".

"No debemos permitir que el golpe en Honduras sea un precedente que haga peligrar los logros alcanzados en estabilidad regional", dijo Funes.

Lamentó que el Gobierno de facto de ese país haya "desoído el clamor de la comunidad internacional", que pide que "se regrese cuanto antes al orden constitucional mediante el diálogo y la negociación política, en un marco de pleno respeto a los derechos humanos y libertades fundamentales del pueblo hondureño".

Mientras no sea restablecida la constitucionalidad en Honduras, algo que a su juicio "pasa por la restitución inmediata de Zelaya" y la creación de un gobierno de unidad nacional, "el proceso electoral que se prepara carece de legitimidad y de la transparencia necesaria como para asegurar resultados confiables que puedan contribuir a resolver la crisis".

En su discurso, el presidente salvadoreño también se refirió a la situación nacional y reconoció que la inseguridad ciudadana y la migración son "heridas abiertas que nos conmueven en lo afectivo, familiar, social y cultural".

Explicó que en la última década el narcotráfico, el crimen organizado y las pandillas juveniles violentas se han desarrollado y suponen "la peor amenaza a la estabilidad de nuestras repúblicas".

"Lamentablemente hemos llegado a una situación estructural en la que una media de doce asesinatos diarios asolan a la familia salvadoreña, dejando luto y dolor", lo que "impide el funcionamiento normal y pleno de nuestras sociedades", reconoció.

Respecto a la otra "herida", las migraciones, apuntó que tres millones de salvadoreños, "todos en edad productiva, la mayoría capacitados y deseosos de encontrar empleo, seguridad y bienestar", han abandonado su país y envían remesas que suponen el 18% del PIB.

Para mejorar sus condiciones, Funes dijo haber pedido a partidos políticos, intelectuales, académicos y magistrados que elaboren las bases de un Acuerdo Político Nacional que impulse reformas para ampliar y fortalecer la democracia y garantizar el derecho al voto de quienes viven en el extranjero, entre otros objetivos.

En cuanto a la política exterior de El Salvador, su presidente dijo que "no tiene ataduras ideológicas o partidarias" y busca la "promoción de la paz, el diálogo político, la cooperación solidaria, la seguridad y el desarrollo sustentable".

"Un ejemplo de ello es el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Cuba, que ha superado así un rezago histórico en las relaciones hemisféricas salvadoreñas", afirmó Funes.