San Salvador.- Cientos de simpatizantes de la antigua guerrilla salvadoreña del FMLN participaron hoy en una nutrida concentración en apoyo al presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, y de rechazo al golpe de Estado en ese país.
Dirigentes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), el partido del presidente salvadoreño, Mauricio Funes, organizaron este acto en el centro de San Salvador, en el que Zelaya pidió, vía telefónica, que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas "vuelva sus ojos hacia Centroamérica".
"Para que aquí no vuelvan las armas como solución a nuestros problemas", planteó Zelaya, quien permanece en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, y propuso a El Salvador que apoye su petición.
Por su parte, el vicepresidente Salvador Sánchez Cerén pidió al dirigirse a los asistentes que se clausure "toda posibilidad de volver a tiempos del autoritarismo o de las dictaduras militares o cívico-militares".
"No debemos permitir que el golpe en Honduras sea un precedente que ponga en peligro los logros alcanzados en cuanto a la estabilidad e institucionalidad democrática de la región", afirmó en medio de aplausos.
Señaló que el "Gobierno de facto" en Honduras ha "desoído el clamor de la comunidad internacional", y advirtió que las elecciones que se prevén llevar a cabo en el vecino país en noviembre próximo "carecen de legitimidad".
Consideró que la legitimidad de ese proceso "pasa por la restitución inmediata del presidente Zelaya y la creación de un Gobierno de unidad nacional".
Lamentó, por otra parte, que "la derecha" salvadoreña haya "querido desviar el problema de fondo", al poner en debate quién ayudó a Zelaya en su regreso a Tegucigalpa.
Aludió así a la polémica desatada tras la fugaz visita que Zelaya hizo el domingo pasado al país, un día antes de que apareciera en Tegucigalpa.
"El presidente Manuel Zelaya estaba en su legítimo derecho de regresar a Honduras, es el presidente electo de Honduras", afirmó Sánchez Cerén.
Cuestionó que en El Salvador "no se discute por qué empresarios salvadoreños han ido a darle el respaldo al presidente de facto (Roberto Micheletti)".
"Ellos lo han financiado, ellos tienen que ver con esa conspiración centroamericana que se dio para derrotar por el golpe de Estado al pueblo, al presidente 'Mel' Zelaya", añadió, e invitó a los medios de comunicación a ponerse "del lado del pueblo".
También asistieron al acto la diputada hondureña Gloria Oquelí, presidenta del Parlamento Centroamericano (Parlacen), y los legisladores de ese país Tomás Andino, y Marvin Ponce.
Andino denunció que el golpe de Estado en su país "no solamente fue obra de la oligarquía parasitaria y corrupta de Honduras".
"Es parte de complot internacional fraguado por el imperialismo norteamericano y por la ultraderecha latinoamericana para derrotar los procesos de revolución socialista de toda América Latina", advirtió.
Según indicó: "No es casual que este golpe militar se de también en momentos en que la administración del supuestamente progresista presidente (de EEUU, Barack) Obama pretende instalar siete bases militares en Colombia".
Durante la actividad, que se inició con presentaciones musicales, los asistentes coreaban "Uh, ah, Zelaya no se va", y lucían banderas camisetas y otras prendas de color rojo, que identifica al partido de Gobierno, así como banderas de Honduras.
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