Praga.- El conservador Partido Democrático Ciudadano (ODS), principal formación de la República Checa, señaló hoy que la cancelación del escudo antimisiles por EEUU en este país, se debe a que la nación norteamericana ha perdido interés en Europa central.
"Nos coloca en la posición que conocemos de los últimos cien años en Centroeuropa, que no estamos anclados en una alianza sólida y esto supone una cierta amenaza", dijo hoy a la emisora estatal Cesky Rozhlas el líder de los conservadores, Mirek Topolanek.
Topolanek, principal impulsor de la implantación del sistema en república Checa, añadió que su país es "una democracia muy inmadura, y, así, nos perciben nuestros socios europeos".
"Veinte años después de la caída de los regímenes totalitarios, la República Checa sigue sin saber a dónde pertenece", lamentó Topolanek
Por su parte, el primer ministro checo, Jan Fischer, anunció hoy que Estados Unidos ha decidido suspender la construcción de una base de radar en la República Checa, que formaba parte del proyecto para instalar un escudo antimisiles, mientras que el Pentágono ha anunciado que se va a "remodelar" dicho plan.
Aún más contundente fue el diputado conservador checo Jan Vidim, que llegó a acusar de "traición" al mandatario estadounidense, Barack Obama.
"Mi primera impresión es una gran decepción y mal gusto por la cobardía del señor Obama, que hace concesiones incontables a Rusia", indicó quien preside la comisión de Defensa y Seguridad del Parlamento.
Sin embargo, la noticia fue muy bien recibida por las fuerzas de centroizquierda, que se habían opuesto a la instalación del radar.
"Estoy contento de que la decisión pruebe que teníamos razón. Se ha confirmado que no había motivos para establecer el escudo de misiles defensivos de Estados Unidos", aseguró el dirigente del Partido Socialdemócrata y ex primer ministro Jiri Paroubek.
Desde el Partido Comunista se calificó el anuncio como "una grata noticia" y se aseguró que esta decisión mejora la relaciones mutuas entre Europa y EEUU, incluida Rusia.
Las dos formaciones de izquierda consideraron que la marcha atrás en el proyecto se debe a la oposición del pueblo checo a un proyecto que polarizó a la opinión pública del país centroeuropeo.
Los activistas antiradar también consideran esta cancelación como "una gran victoria de la sociedad checa", declaró Jan Majicek, portavoz del movimiento "¡No a las bases!".
Este movimiento, muy vinculado a los comunistas, anunció que va a controlar para que los acuerdos firmados sean totalmente cancelados.
Los Verdes, que estuvieron divididos sobre el contencioso del radar, consideran que, sin él, la alianza entre la República Checa y EEUU no sufrirá.
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