La Paz.- El ex prefecto opositor y candidato a la Presidencia de Bolivia, Manfred Reyes Villa, afirmó hoy que el "único cambio" que ha experimentado el país bajo el mandato de Evo Morales ha sido la "confrontación" y defendió un proyecto "progresista" para recuperar la democracia en el país.
En una entrevista con Efe, Reyes Villa destacó que en las elecciones del 6 de diciembre están en juego sólo dos opciones: la del "enfrentamiento, la división, la amenaza y los presos políticos" que, a su juicio, encarna Morales y "la progresista, de unidad, paz, libertad y fortalecimiento del Estado de Derecho" que él defiende.
El ex gobernador de la región central de Cochabamba concurrirá a los comicios del 6 de diciembre acompañado del ex prefecto de Pando (norte) Leopoldo Fernández, como aspirante a la vicepresidencia.
Fernández se encuentra preso en la cárcel de San Pedro de La Paz desde hace casi un año a la espera de juicio por su supuesta responsabilidad en una matanza de campesinos afines al Gobierno de Morales ocurrida en su región el 11 de septiembre de 2008.
El binomio Reyes-Fernández ha "revolucionado" el ambiente electoral en Bolivia hasta el punto de que varios precandidatos, como el ex presidente Jorge "Tuto" Quiroga o el ex vicepresidente aimara Víctor Hugo Cárdenas, han retirado su postulación para evitar la dispersión del voto opositor contra Morales.
Reyes Villa afirmó hoy que él y su compañero de fórmula son "víctimas" del desmantelamiento del Estado de derecho que ha provocado el Gobierno de Morales y, por tanto, está seguro de que contará con el apoyo de quienes quieren "paz, seguridad jurídica y respeto a los derechos humanos".
El candidato opositor apeló también al apoyo de los bolivianos que acogieron con ilusión el cambio que proponía Morales, quienes, a su juicio, deben estar defraudados porque no han visto cumplidas las expectativas de mejorar su calidad de vida.
"Pregunten a los pobres si ha mejorado su calidad de vida o son más pobres hoy", dijo Reyes Villa.
El ex gobernador defendió como una de sus "fortalezas" su experiencia en la gestión pública -fue alcalde de Cochabamba y prefecto de ese departamento-, convencido de que lo que necesita Bolivia es "una buena administración que vele por los intereses de todos", sin la "venganza" que practica Morales.
En la columna central de su programa de Gobierno, Reyes Villa sitúa la "seguridad humana" para combatir la delincuencia, hacer respetar el Estado de derecho y dar cobertura social a los sectores más desfavorecidos.
En el plano económico, propone un "modelo mixto de base ancha" que permita abrir las exportaciones y atraer inversiones que, sobre todo, sean justas y rentables para el país.
También se mostró partidario de "revisar" la actual Constitución boliviana -la impulsada por Evo Morales y aprobada en referendo el pasado 25 de enero- para que realmente sea fruto de "un gran pacto social" y no de la imposición.
Reyes Villa considera que la nueva Carta Magna tiene aspectos importantes pero también muchos otros "que dividen a los bolivianos" como el hecho de fragmentar el país en 36 nacionalidades, cuando lo ideal, a su juicio, sería favorecer la integración respetando las diferentes etnias y pueblos indígenas.
El ex militar Manfred Reyes Villa nació en la ciudad de La Paz el 19 de abril de 1955 e ingresó al Ejército en 1973, pero abandonó su carrera con el grado de capitán en 1986 por asuntos familiares.
Tras su etapa militar se convirtió en un próspero empresario de bienes raíces y a principios de la década de los años noventa ingresó en la política en Cochabamba, donde fue alcalde de 1993 a 2000, periodo en el que obtuvo tres mayorías absolutas en las urnas.
Fue candidato a la Presidencia de Bolivia en las generales de 2002, con las siglas de Nueva Fuerza Republicana (NFR), con las que fue derrotado, si bien al año siguiente se sumó a la coalición gubernamental liderada por el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
En 2005 fue elegido prefecto del departamento de Cochabamba, cargo que desempeñó hasta agosto de 2008, cuando salió revocado en el referendo celebrado en Bolivia para decidir sobre la continuidad del presidente Evo Morales, su vicepresidente Álvaro García Linera y los nueve gobernadores departamentales del país.
Reyes Villa fue el único prefecto que se negó a someterse a ese referendo, por lo que considera que él no fue revocado sino "derrocado".
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