Seúl.- Corea del Sur protestó hoy ante Pyongyang por no anunciar el domingo la liberación del agua embalsada en una presa norcoreana que ha causado la muerte confirmada de tres surcoreanos y la desaparición otros tres más, informó la agencia surcoreana Yonhap.
Ayer los seis surcoreanos fueron arrastrados por la crecida del río Imjin en la frontera con Corea del Norte mientras acampaban en la rivera del río en Yeoncheon, a unos 60 kilómetros al norte de Seúl.
El Gobierno de Seúl lamentó el hecho ante del Corea del Norte y pidió una explicación sobre el incidente, según dijo el portavoz del Ministerio de Unificación surcoreano, Chun Hae-sung.
Asimismo, Seúl dijo que "presionará intensamente" a Pyongyang para que avise con antelación de las próximas descargas del agua de su presa.
La carta de protesta surcoreana fue enviada por el ministro de Tierra, Transporte y Asuntos Marítimos, Chung Jong-hwan, y entregada a través de una línea directa abierta entre las dos Coreas, precisó Chun.
La protesta de Seúl se produjo después de que las autoridades surcoreanas estimaran que la causa más probable del accidente fue la liberación repentina del agua embalsada en una presa norcoreana, lo que hizo que el caudal del río creciera rápidamente.
Equipos militares de Estados Unidos y Corea del Sur están trabajando para aclarar si hubo intencionalidad por parte norcoreana, aunque el portavoz del Ministerio de Defensa surcoreano, Won Tae-jae, afirmó que "todavía no hay señales de ello".
Desde que se construyó la presa norcoreana en 2000, Corea del Norte ha llevado a cabo en varias ocasiones la liberación no anunciada del agua, lo que causó daños en los cultivos al otro lado de la frontera.
No obstante, este incidente ha sido el primero que ha provocado víctimas mortales, a la espera de que puedan ser encontrados los otros tres cuerpos.
Ambas Coreas aún no han llegado a un acuerdo para establecer un mecanismo técnico que evite este tipo de incidentes y no mantienen consultas sobre el tema desde que el conservador Lee Myung-bak asumió la presidencia surcoreana en febrero del pasado año.
No obstante, fuentes gubernamentales consultadas por Yonhap reconocen que el sistema de alerta militar surcoreano para este tipo de crecidas no funcionó adecuadamente, ya que los efectivos surcoreanos en la frontera no notificaron el aumento del caudal del río a las autoridades civiles.
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