Comienza un inusual proceso de traspaso de poderes en Japón

Tokio.-  El partido ganador de las elecciones y el Ejecutivo saliente iniciaron hoy un inusual proceso de traspaso de poderes en Japón, que carece de normas al respecto, pues durante más de medio siglo ha gobernado la misma fuerza política.

El desglose del presupuesto récord de la segunda economía del mundo en plena crisis, la diplomacia exterior y la epidemia de gripe A fueron los temas que llevó hoy el secretario general del Partido Democrático (PD), Katsuya Okada, a la Oficina del Primer Ministro.

Okada y el jefe político del PD, Masayuki Naoshima, se reunieron con el jefe de Gabinete nipón, Takeo Kawamura, para iniciar el traspaso de poder tras los comicios del domingo, que ganó por mayoría el Partido Democrático, sin experiencia de Gobierno.

"A diferencia de Estados Unidos o el Reino Unido, no tenemos unas normas básicas en Japón sobre la transferencia de poder, así que espero que esto sea una forma de crearlas", indicó Kawamura, del Partido Liberal Demócrata (PLD), que ha gobernado Japón desde 1955.

Será la primera vez en más de medio siglo que un partido que nunca ha gobernado en Japón herede el Ejecutivo con el respaldo de una mayoría absoluta en la Cámara Baja nipona (308 de 480 escaños) y del control en el Senado.

En 1993, la oposición japonesa llegó al Gobierno pero no tenía el control de la Dieta (Parlamento) y sólo durante diez meses el PLD estuvo apartado del Ejecutivo, en una época caracterizada por la inestabilidad política.

Con un apoyo mayoritario, el líder del PD, Yukio Hatoyama, será elegido primer ministro el próximo día 16 por la Cámara de Representantes y de inmediato formará Gobierno.

Hoy, el ministro portavoz Kawamura prometió a esa fuerza política "cooperación" para que pueda lograr un traspaso de poder "suave" pese a la falta de precedentes de un proceso similar.

"Vamos a ofrecer cooperación a la nueva Administración por el bien del Estado y de los intereses nacionales", indicó.

Medios japoneses y observadores extranjeros han calificado de "cambio sísmico" y "revolución" la victoria de Hatoyama, que aboga por reorientar la política exterior de Japón hacia el Este de Asia, critica "el fundamentalismo de mercado sin restricciones" y defiende "la independencia política y económica de Japón" entre EEUU y China.

En un artículo reciente en el "New York Times", el líder del PD señala que la crisis actual se debe a la "idea de que la economía de libre mercado de EEUU representa un orden económico universal e ideal" y aboga por "expandir la red de seguridad social" en Japón.

Por ello, los representantes de su partido pusieron hoy énfasis, en su reunión con el Gobierno saliente, en las partidas presupuestarias que restan por ejecutar, para recortar así gastos innecesarios con los que financiar ayudas sociales y otros fines.

El PD quiere rehacer las cuentas del ejercicio de 2010 y detener la ejecución de 7.571 millones de euros del actual presupuesto, contenidos en la última ampliación aprobada por el PLD gracias a su mayoría anterior en la Cámara de Representantes.

Hasta este lunes, los ministerios y agencias gubernamentales de Japón tenían de plazo para enviar sus solicitudes presupuestarias al Gobierno pero, con la transición de poder a la vista, previsiblemente serán modificadas.

El futuro Gobierno de Japón ha prometido recortar gastos dedicados a la burocracia nipona, un cuerpo formado por 350.000 funcionarios, y dedicar más dinero a ayudas sociales y menos a proyectos ministeriales asociados a clientelismos del PLD.

Según medios japoneses, la parálisis y el nerviosismo se alternan estos días en ministerios y en dependencias de la Dieta, donde muchos parlamentarios y sus empleados ya han comenzado las mudanzas.

El diario "Yomiuria" afirma hoy que el responsable de un nuevo equipo del Ministerio de Exteriores destinado a escribir discursos para el primer ministro no tiene interlocutor en el PD y que por ello prepara la intervención de Hatoyama ante la Asamblea General de la ONU basándose en la plataforma electoral de ese partido.