Bariloche (Argentina).- La apacible Bariloche promete dar aires de "paz" a los ilustres visitantes que este viernes se darán cita en la cumbre de la Unasur, pero también se arma hasta los dientes para dar seguridad a los presidentes suramericanos.
"En Bariloche se respira paz" es la consigna publicitaria que la sureña ciudad argentina (1.650 kilómetros al sur de Buenos Aires) eligió para promocionarse gracias a la gran difusión que le dará esta cumbre, donde doce presidentes suramericanos discutirán sobre el acuerdo militar alcanzado entre Colombia y EE.UU. en un clima de creciente malestar regional.
En la tarde de este jueves, los organizadores de la cita corrían contrarreloj para colocar alfombras y floreros en el gran salón del lujoso hotel Llao-Llao, donde mañana los mandatarios prometen dar un debate de alta tensión.
Si esto ocurre, los jefes de Estado podrán tomar una sesión de masajes en el spa o darse un baño en jacuzzi en sus espaciosas habitaciones en el Llao-Llao, que ofrece, además, una espectacular vista al lago Nahuel Huapi y de las montañas nevadas.
Y podrán relajarse con privacidad, porque el hotel está rodeado de un férreo operativo de seguridad que incluye unos mil efectivos, con varios controles en diversos puntos de la ciudad (de unos 50.000 habitantes).
La Fuerza Aérea argentina dispuso, además, una zona de exclusión aérea que veda los vuelos comerciales, mientras los presidentes estén en la cumbre, operativo que incluye una vigilancia con radares y seis aviones militares, tres de ellos cazabombarderos.
En el acceso al hotel, policías y militares impiden el ingreso de cualquiera que no exhiba una acreditación, revisan los bolsos de los periodistas y advierten a los fotógrafos y camarógrafos de que no pueden tomar imágenes desde la bella cuesta que lleva al edificio principal del "resort".
Para los periodistas acreditados, casi trescientos, la tarea no sólo supondrá toparse con los infranqueables vallados de seguridad y trabajar desde un centro de prensa montado en una carpa separada del hotel sino, además, hacer malabares para ir al baño.
De hecho, para la prensa se dispusieron tres sanitarios portátiles para mujeres y otros tres para caballeros, que no tienen agua corriente, pero sí floreros y alcohol en gel para prevenir la gripe A.
También es notorio el dispositivo de seguridad en el aeropuerto local, adonde los presidentes comenzarán a arribar en las próximas horas para reunirse mañana desde las 09.00 hora local (12.00 GMT) y luego almorzar juntos.
Para llegar a Lla-Llao, las comitivas deben atravesar los 30 kilómetros que lo separan del centro de Bariloche, cuyas calles y principales avenidas han sido remozadas en los últimos días para tapar los baches.
En el hotel, los presidentes se alojarán en las lujosas suites del ala más nueva del establecimiento, que mira al lago Moreno, a excepción de la anfitriona, Cristina Fernández, que ocupará la señorial suite presidencial ubicada en el edificio principal, de 160 metros cuadrados y con hogar a leña, comedor para 12 personas y hasta ducha escocesa en el baño.
Si el tiempo lo permite, los visitantes también podrían disfrutar del campo de golf del hotel, aunque el pronóstico vaticina para este viernes lluvia y frío, algo que también podría complicar la "foto de familia" programada en los jardines del Llao-Llao.
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