Arribes Duero La Bouza (Salamanca).- Los vecinos que fueron desalojados esta tarde del pueblo salmantino de La Bouza, en el Parque Natural Arribes del Duero, han regresado a sus casas esta noche tras haber sido controlado el incendio forestal que se declaró esta mañana en el pueblo portugués de Escarigo.
Los vecinos han regresado con normalidad tras permanecer varias horas en el centro multiusos de la localidad vecina de Villar de Ciervo.
Según ha explicado hoy a EFE el coordinador de las labores contra incendios de la Junta de Castilla y León, Antonio López, "el fuego está totalmente controlado", después de que se hayan practicado varios "contraincendios" desde las 17 horas para que las llamas no siguieran avanzando.
Aún así, toda la zona incendiada, tanto de España como de Portugal, estará vigilada a lo largo de la madrugada del jueves, ya que aún hay algunos resquicios que permanecen ardiendo.
Para participar en las labores de extinción, se han desplazado a última hora de la tarde de ayer miércoles numerosas dotaciones de la UME (Unidad Militar de Emergencias) de León que trabajarán en coordinación con los agentes medioambientales.
El alcalde de La Bouza, Narciso Reyes Simón, ha explicado esta noche a EFE que "el desalojo del pueblo fue necesario ya que el humo era muy denso y estaba muy metido dentro del pueblo".
De momento se desconocen las causas que han provocado el fuego y el regidor de La Bouza ha calculado que "se habrán quemado en la parte española alrededor de 400 hectárea".
Por su parte, en la zona de Portugal, donde comenzó el fuego, se habrán quemado alrededor de 200 hectáreas.
Además, ya se ha restablecido el tráfico en las tres carreteras cortadas esta tarde por el fuego.
En relación a los daños ocasionados por el incendio, el alcalde ha explicado que las llamas no han llegado a ninguna nave que había en las zonas quemadas, "aunque sí hay que lamentar decenas de pacas de paja quemadas, que estaban en los prados arrasados por las llamas".
La superficie quemada es mayoritariamente de pasto, encina, roble, matorral y pino.
En las labores de extinción han participado decenas de medios aéreos llegados desde diferentes puntos de Castilla y León, Extremadura y Portugal, además de numerosos medios terrestres, agentes de la Guardia Civil y varias autobombas, coordinados todos por los agentes medioambientales.
Además, vecinos de los pueblos de España y Portugal también han trabajado para sofocar las llamas.
En algunos momentos, el fuego llegó a tener hasta un total de 7 focos diferentes, repartidos entre la parte portuguesa y la zona española.
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