Según Lugo, su primer año de gobierno ha beneficiado a millones de paraguayos

Asunción.-  El presidente paraguayo, Fernando Lugo, afirmó hoy que millones de sus compatriotas se han beneficiado del "cambio" que ha defendido como emblema de la campaña que le llevó al poder, el 15 de agosto de 2008.

En un mensaje televisado la noche del viernes, en víspera del primer aniversario de su investidura, el jefe de Estado sostuvo que "el cambio ha comenzado a hacerse realidad" en Paraguay y que ya lo sienten "millones de paraguayos y paraguayas".

"En estos doce meses, el Gobierno ha puesto en marcha programas para capacitación profesional de 50.000 jóvenes, 290.000 familias se benefician de tarifas sociales de electricidad, se han invertido 25 millones de dólares para mejorar la red eléctrica", señaló Lugo.

Añadió que algunos asentamientos rurales recibirán luz eléctrica por primera vez en un país que junto con Argentina y Brasil controla las hidroeléctricas de Yacyretá y Itaipú, respectivamente, dos de las mayores del mundo.

Detalló que se crearon 36.000 puestos de trabajo, así como 1.000 pequeñas empresas a través de las obras públicas, la distribución de tierras públicas alcanzó a 8.000 familias y la asistencia social a 200.000 familias.

"Abrimos 100 unidades de atención primaria médica y empezamos a convertir en gratuito nuestro sistema de salud pública", afirmó el ex obispo, quien también destacó que se trata de "números que muestran sólo una pequeña parte de lo realizado".

Lugo también situó entre los logros más importantes del tramo inicial de su mandato de cinco años el acuerdo alcanzado con Brasil para que su país acceda a mayores beneficios de la administración conjunta en Itaipú.

El acuerdo, rubricado con su homólogo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, el 25 de julio pasado, prevé triplicar el pago que recibe Paraguay por la cesión al vecino país de su excedente de energía e incorpora la posibilidad de que también puede venderla a terceras naciones.

"Gracias a este empeño colectivo hemos conseguido en diez meses lo que fue imposible durante treinta años: un acuerdo con Brasil, de igual a igual, que nos devuelve la dignidad y nuestra soberanía en Itaipú", apuntó. El acuerdo bilateral está sujeto a la aprobación parlamentaria en Brasil.

Sin embargo, el gobernante se declaró insatisfecho con esos avances y aseveró que en el segundo año de su gestión "el Gobierno debe ofrecer resultados aún más claros" y en ese sentido dijo que la reforma agraria y los derechos sociales "tienen que llegar más y a más gente".

"Todos esperamos que el Congreso y el Poder Judicial participen activamente de este cambio", aseguró.

"Es una demanda de los ciudadanos y ciudadanas de Paraguay y seguro que lo exigirán si no se atienden sus aspiraciones", remarcó Lugo, que horas antes asistió al cierre de una protesta nacional propiciada esta semana por agrupaciones aliadas de campesinos y grupos de izquierda contra esos poderes.

El primer año de su Gobierno se cumple en momentos en que los partidos representados en el Congreso, incluido su principal aliado, el Liberal Radical Auténtico (PLRA, derecha), sellaron un acuerdo democrático en medio de críticas en su contra por haber desistido de acompañar la iniciativa.

"Es una democracia de maquillaje, para unos pocos; tampoco queremos una democracia burguesa", manifestó Lugo ante unas 2.000 personas reunidas en una plaza de Coronel Oviedo, a 120 kilómetros al este de Asunción, donde cerró la protesta, de escaso seguimiento en las áreas rurales y casi nulo en la capital.

Lugo, de 58 años y quien sucedió en el cargo a Nicanor Duarte (2003-2008), se convirtió en el primer ex obispo católico en asumir como jefe de Estado, luego de renunciar a su estado clerical en 2005 para dedicarse a la política.

En los comicios del 20 de abril de 2008 puso fin a una hegemonía de 61 años en el poder del Partido Colorado, cuando ganó al frente de una alianza de amplia base ideológica que si bien está dominada por agrupaciones de izquierda tiene como baza electoral al PLRA, centenario partido de centroderecha.