Bogotá.- La fiscalía colombiana pidió hoy a un juez de Bogotá que condene a los tres tripulantes de un helicóptero militar que en 1998 mataron a 17 civiles en un bombardeo contra supuestos objetivos de la guerrilla de las FARC en el nordeste del país.
La solicitud fue presentada durante un nuevo juicio contra los procesados, todos ellos de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC), que realizaron el ataque, cerca de un caserío, con base en las coordenadas que les fueron suministradas por una aeronave estadounidense de inteligencia.
Los tres militares comparecen desde el pasado jueves en una nueva audiencia pública de enjuiciamiento en el Juzgado 12 Penal del Circuito de Bogotá.
Esa misma corte ya los habían condenado en septiembre de 2007 a seis años de prisión bajo el cargo de "homicidio culposo y lesiones personales culposas".
Pero la sentencia fue recurrida por la parte civil en el proceso ante el Tribunal Superior de Bogotá, instancia que el 30 de enero de 2008 "decretó la nulidad de lo actuado a partir del cierre de la instrucción".
El Tribunal de Bogotá consideró entonces que "las conductas fueron cometidas y consumadas (por los militares) con dolo eventual".
La Fiscalía General informó en un comunicado de que la fiscal de Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario que sigue el caso pidió al Juzgado 12 que declarara a los militares responsables de "homicidio en la modalidad de dolo eventual y lesiones personales dolosas".
Según el documento, la fiscal consideró que los procesados comprendían el resultado que podía producirse al lanzar tan cerca del poblado un artefacto explosivo, pero "pudiéndolo haber evitado no lo hicieron, asumiendo la suerte de las lesiones que pudieran ocasionar con su actuar".
El bombardeo fue realizado el 13 de diciembre de 1998 en Santo Domingo, aldea rural de la localidad de Tame, en el departamento del Arauca, fronterizo con Venezuela, desde un helicóptero de la FAC tripulado por el piloto César Romero Pradilla, el copiloto Johan Jiménez Valencia y el técnico Mario Hernández Acosta.
La aeronave participaba en una operación por aire y tierra contra los frentes 10 y 45 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), y desde ella se lanzó una bomba Cluster que mató a 17 civiles, cuatro de ellos menores de edad, y dejó heridos a 21 más.
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