Maputo.- El ex presidente mozambiqueño Joaquim Chissano, mediador designado por la Comunidad para el Desarrollo de África Meridional (SADC, en inglés) en la crisis de Madagascar pidió hoy a las facciones en pugna que restablezcan el orden constitucional en el país.
Chissano, quien es también mediador en el conflicto de Uganda, hizo su declaraciones poco antes del inicio de las conversaciones en Maputo entre el líder golpista, Andry Rajoelina, y el depuesto presidente, Marc Ravalomanana.
Rajoelina, el ex alcalde de Antananarivo, la capital de Madagascar, llegó al poder el pasado 17 de marzo apoyado por un grupo de militares que forzaron la renuncia de Ravalomanana e inmediatamente suspendió la Constitución malgache.
"Nuestra mediación hace un llamamiento para que las conversaciones que iniciamos hoy aquí, y que se prolongarán hasta el próximo día 9, y las (eventuales) que se celebren en otros lugares conduzcan a buen puerto y eviten la confrontación" entre los rivales, dijo Chissano en rueda de prensa.
En las negociaciones, que se llevan a cabo a puerta cerrada, participan asimismo los antiguos jefes de Estado malgaches Didier Ratsiraka, exiliado actualmente en Francia, y Albert Zafy, como así también el secretario ejecutivo de la SADC, Tomaz Salomão.
Chissano agregó que la Cumbre de Maputo intenta encontrar una "cura definitiva" para los problemas que ha creado la inestabilidad política que reina en Madagascar tras el golpe que depuso a Ravalomanana, quien se encuentra exiliado en Sudáfrica.
"Debemos empeñarnos todos los involucrados en hallar una cura definitiva a los problemas políticos que afectan a los veinte millones de habitantes de Madagascar, cuyas condiciones socio-económicas continúan deteriorándose", recalcó Chissano.
El 22 de mayo pasado, los dirigentes políticos de Madagascar llegaron a un principio de acuerdo para formar una administración transitoria que lleve el país a unas elecciones en un plazo no mayor de 14 meses, aunque Rajoelina anunció posteriormente sus intenciones de adelantar los comicios para antes de finales de año.
En estas elecciones, según el acuerdo, podrían presentarse todos los ex presidentes, incluidos Ravalomanana y Rajoelina, y se estableció también que la actual administración de facto debe cesar cualquier tipo de represión de la oposición, en particular de los seguidores del primero, y poner en libertad a todos los presos políticos.
No obstante, el 27 de mayo, Rajoelina ignoró el pacto y firmó un decreto en el que prohibía el regreso a Madagascar de Ravalomanana, horas después de que éste acusara a Francia de apoyar al actual Gobierno de facto para "colonizar" de nuevo la isla y "esclavizar" a los malgaches.
Tanto la Unión Africana (UA) como la SADC han suspendido a Madagascar y no reconocen al régimen de Rajoelina, contra quien han establecido sanciones diversos países.
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