Managua.- La diminuta imagen de Santo Domingo de Guzmán es trasladada hoy por una multitud de creyentes desde su santuario en Las Sierritas de Managua hacia un templo de esta capital, donde permanecerá diez días.
Esta procesión, conocida como "la traída" del santo, que dura doce horas en un trayecto de unos doce kilómetros, es parte de una tradición religiosa que constituye una de las fiestas patronales más grandes de Nicaragua, que se remonta al año 1886.
En la romería se mezclan rezos de personas de todas las edades y sexo que pagan promesas con abundante consumo de alcohol y ritos católicos y paganos, lo que también origina decenas de lesionados o golpeados.
La agenda de estas fiestas patronales incluye la competencia del "palo lucio" (palo encebado) en una céntrica rotonda de Managua, la bendición y vela del barco y el desfile hípico, en la que se calcula que participa medio millón de personas.
La imagen de Santo Domingo de Guzmán, de 18 centímetros de alto, dentro de una pequeña urna de vidrio, es conducida en una pesada peana que llevan sobre sus hombros los tradicionales "cargadores del milagroso santo".
A lo largo del recorrido el santo avanza en un mar de feligreses que baila al son de música autóctona de marimbas de arco, bandas filarmónicas y hasta las "disco móvil", en medio de la quema de abundante pólvora.
Unos 3.500 policías participan en todo el programa de la fiesta patronal de Managua para garantizar la seguridad ciudadana y acordonar el núcleo de los "cargadores" que traen al santo a esta capital.
La directora general de la Policía Nacional, Aminta Granera, que le bailó al santo y lo cargó en algún trayecto, informó de que a mitad de la jornada no se han registrado incidentes de importancia que lamentar.
"Celebremos con alegría, devoción y responsabilidad a Santo Domingo para que podamos decir que hoy fue una gran fiesta, ¡Viva Santo Domingo!", dijo la jefa de la institución policial.
La Cruz Roja Nicaragüense, por falta de apoyo económico de la alcaldía de Managua, no pudo brindar sus servicios de emergencia en la mayoría del programa de las fiestas y sólo se limitó hoy a dar atención de primeros auxilios durante "la traída" con la mitad de su personal.
La venerada imagen, al llegar al sector de El Gancho de Camino, en Managua, deja de ser llevada por los "cargadores" y para cumplir la tradición es subida a un barco que finalmente lleva a la imagen hasta la iglesia de Santo Domingo, en el antiguo centro de esta capital, donde permanece diez días.
Durante los próximos diez días de agosto, la capital nicaragüense vive un ambiente de jolgorio con estallidos de petardos de pólvora, música folclórica interpretada por bandas filarmónicas y de las marimbas de arco que fueron traídas desde siglos atrás de África.
Las fiestas culminan el 10 de agosto con la tradicional "dejada" de la imagen del santo hacia su altar en el santuario en Las Sierritas, ubicado al sur de Managua.
Las fiestas en honor a "Minguito", como le dicen los capitalinos, son presididas por la alcaldesa de Managua, la sandinista Daysi Torres, nombrada mayordomo por la diócesis de esta capital.
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