Managua.- El Procurador General de Derechos Humanos de Nicaragua (PGDH), Omar Cabezas, solicitó hoy a las Naciones Unidas que declare el estatus de refugiados para todos los hondureños seguidores del depuesto presidente Manuel Zelaya que están en el país.
En declaraciones a los periodistas en la sede de la PGDH, Cabezas dijo que hace esa apelación de forma oficial al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), "para que esos miles de hondureños tengan el estatus de refugiados".
El responsable de la PGDH también dijo que gestionará la instalación en la frontera con Honduras de una oficina permanente de esta institución que atienda a los que llegan del vecino país.
También denunció que la "represión" de la fuerza pública del nuevo Gobierno de Ricardo Micheletti ha aumentado "a partir de la llegada a Managua (el jueves) del embajador de Estados Unidos en Honduras, Hugo Llorens", para reunirse con Zelaya en la embajada hondureña en esta capital.
"La mayoría de los heridos son líderes de diversas organizaciones de Honduras (que apoyan a Zelaya) y están apuntando a la cabeza de estos dirigentes, mientras el número de detenidos ha aumentado", afirmó Cabezas.
Según el funcionario este jueves hubo 150 detenidos en Honduras, donde "el régimen pareciera agonizar, porque están capturando a los opositores por oleadas tras sentirse decepcionados y frustrados".
Cabezas ofreció estas declaraciones luego de reunirse con Allan Fajardo, ministro asesor de Zelaya, quien le expuso la situación de "represión que se ha recrudecido" en su país.
Cerca de una decena de personas resultaron heridas y 88 fueron detenidas este jueves, en Tegucigalpa, según las autoridades de facto, en un violento desalojo de seguidores de Zelaya que bloqueaban dos carreteras cerca de la capital hondureña.
Desde el pasado día 29, la representante permanente de la ONU en Nicaragua, María Rubiales, y el representante de ACNUR, Josef Merkx, se encuentran en la frontera norte con Honduras evaluando la situación de los seguidores de Zelaya.
La ONU reconoce como refugiados a aquellas personas que por temor a su persecución no pueden acogerse a la protección de su país o regresar a él.
La mayoría de los seguidores de Zelaya se encuentran en un centro deportivo del municipio nicaragüense de Ocotal, a 25 kilómetros de la frontera con Honduras, y disponen de colchonetas, frazadas, alimentos y atención médica, según el ministro nicaragüense de Salud, Guillermo González.
Sin embargo, el diputado liberal opositor Carlos Gadea Avilés dijo ayer que hay seguidores de Zelaya que están siendo entrenados para llevar un control de vigilancia en la zona fronteriza y que reciben capacitación ideológica en fincas sandinistas cerca del límite con Honduras.
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