La Fundación Oso espera con "ilusión" conocer si la osa 'Tola' está preñada

Oviedo.-  El director de la Fundación Oso, Carlos Zapico, ha afirmado hoy que la espera para saber si 'Tola' está preñada es "como jugar a la lotería, con toda la ilusión" y ha señalado que la época de celo de los animales se puede dar por concluida.

El programa de cría de las osas 'Paca' y 'Tola' que viven en semicautividad en Asturias se da por finalizado esta temporada, ha comentado Zapico, quien ha explicado que la época de cría finaliza a principios de verano, aunque ha comentado que "en julio puede darse aún alguna monta", pero el celo ha acabado y los animales ya no estarán tan vigilados.

Para tratar de que alguna de las osas quedará preñada se trasladó desde el parque de Cabárceno, en Cantabria, al cercado donde viven, en el municipio de Proaza, al macho 'Furaco'.

Ahora los veterinarios encargados de los animales y los responsables de la Fundación Oso están pendientes de una reunión con los técnicos de la Consejería de Medio Ambiente del Principado para determinar qué se hará con los animales al llegar el invierno.

Las posibilidades son varias, ya que las osas pueden permanecer juntas o separadas, en el actual cercado o en el antiguo, que es más grande, y valorar los riesgos de agresión de una de las hembras a las crías de la otra.

También se estudia la permanencia de 'Furaco' en Asturias, que "por el momento se queda".

Durante el tiempo que las osas han permanecido en celo han estado en el cercado pequeño, y se ha aprovechado para hacer reformas y puestas a punto en el más grande de 4 hectáreas, donde se han realizado siegas y entresaca de matorral, así como la revisión del vallado para evitar que los oseznos puedan salir del mismo.

Zapico ha reiterado que hasta la primavera no se podrá saber si 'Tola', la única de las dos osas que ha tenido contacto con el macho, está preñada.

De ser así, el periodo habitual de hibernación, que es de noviembre a marzo, se vería prolongado hasta el mes de mayo.

Esto se debe a que los osos nacen en enero y cuando lo hacen pesan unos 350 gramos y aún no les ha salido el pelo, por lo que carecen de un sistema que controle su temperatura corporal.

Por esta razón si Tola tuviese oseznos estos permanecerían en la osera hasta el mes de mayo aproximadamente, momento en que ya habrán alcanzado un tamaño viable para sobrevivir en el exterior.

En cualquier caso, Zapico ha recordado que los animales que nazcan permanecerán el resto de sus vidas en cautividad porque es "imposible" que uno de estos ejemplares viva en libertad ya que adquieren "vicios", se acostumbran al olor de las personas y dejan de percibir a los seres humanos como un posible riesgo para su integridad.