Buenos Aires.- El ex presidente argentino Néstor Kirchner rechazó hoy la participación en el gobernante Partido Justicialista (PJ, peronista) de su principal rival en los últimos comicios legislativos, el conservador Francisco de Narváez.
En declaraciones a la agencia oficial Télam, Kirchner afirmó que De Narváez no puede "formar parte del justicialismo porque es una fuerza progresista".
Quien gobernara Argentina entre 2003 y 2007 y resultara electo diputado nacional por la provincia de Buenos Aires en las elecciones del 28 de junio pasado consideró que el alcalde de la capital argentina y principal liado político de De Narváez, Francisco Macri, tampoco puede ser parte del PJ.
Kirchner cedió la presidencia del Partido Justicialista al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, el pasado 29 de junio, tras la derrota que el oficialismo sufrió, principalmente en ese distrito provincial, donde resultó vencedor el empresario de origen colombiano Francisco de Narváez, que integra un ala del peronismo contraria a la del Gobierno de Cristina Fernández.
Desde entonces, el ex presidente había optado por el bajo perfil, hasta que hoy reapareció en la ciudad de Puerto Madryn, en la sureña provincia de Chubut, donde rompió el silencio y concedió declaraciones a la prensa local.
"El peronismo es una fuerza progresista, no tiene nada que ver con la ultraderecha o la derecha neoliberal", dijo el ex presidente.
Kirchner consideró que la fuerza fundada en 1946 por el tres veces presidente argentino Juan Perón "tiene que abrirse" y debe ser "la columna vertebral de un frente amplio que convoque con pluralidad a distintos sectores de Argentina que tienen un modelo nacional de crecimiento e inclusión que permita desde la amplitud construir una verdadera alternativa para el 2011".
Los sectores disidentes del PJ reclaman la dimisión de Scioli como titular del partido, una reorganización de la fuerza política y una renovación en su conducción, que, según proponen, podría quedar en manos de un gobernador peronista con mayor consenso entre los diversos sectores.
En este contexto, el Gobierno de Cristina Fernández lanzó una propuesta para una reforma política, que incluye la posibilidad de celebrar elecciones internas obligatorias, abiertas y simultáneas en los partidos políticos.
Kirchner sostuvo que esta reforma "que está llevando adelante la presidenta desde el área del Ministerio del Interior es muy importante sobre todo por la implementación de las internas abiertas y simultáneas en los partidos".
"La reforma es profundamente necesaria, yo lo pude comprobar en las elecciones últimas ya que fui una de las víctimas de la vieja política, así que hay que dar cristalinidad al sistema para que la gente se pueda expresar con mucha fuerza y con un marco directo que implique un paso superlativo para mejorar la democracia" sostuvo.
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