Río de Janeiro.- El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, defendió hoy que los asuntos económicos internacionales sean tratados por el G-20 y nunca más por el G-8, en cuya Cumbre participará el miércoles en Italia en la calidad de invitado.
El gobernante brasileño, en su programa semanal de radio, dijo que espera que la reunión que los presidentes de los países más ricos del mundo (G-8) tendrán esta semana en la localidad italiana de L'Aquila sirva para avanzar en la idea de que los grandes temas de la economía internacional tienen que ser transferidos al G-20.
El G-20, que se consolidó desde el año pasado como foro internacional para discutir iniciativas internacionales para combatir la crisis económica mundial, es integrado por los países más ricos, pero también por los mayores países emergentes como Brasil, Argentina, México, India, China y Suráfrica.
"Espero que haya un avance (en L'Aquila). El gran foro de discusión de los asuntos económicos tiene que ser el G-20, cuya próxima reunión está prevista para septiembre próximo con ocasión de la Asamblea General de las Naciones Unidas", afirmó Lula.
"Obviamente que este tema será discutido en una Cumbre de los países más ricos del mundo con presidentes de países invitados como Rusia, China, Brasil, India y México", agregó.
"La situación hoy está tan complicada que es muy difícil que los países ricos tomen posiciones sin tener en cuenta los llamados Brics (grupo formado por Brasil, Rusia, India y China), de los que Brasil forma parte", afirmó.
El mandatario brasileño dijo que la reunión del G-8 será importante debido a que será la primera desde la crisis económica, cuyos efectos han sido más graves para países pobres como los de África, Centroamérica y el Caribe.
"Y estoy viendo por parte de los países ricos poca ayuda de la que deberían dar (a los pobres). Necesitamos cobrar cuentas sobre las cosas que exigimos que el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial tenían que hacer", afirmó.
Agregó que espera que en la Cumbre del G-8 también sea discutido el asunto de la seguridad alimenticia, incluso porque la FAO denunció recientemente que hay más de 1.000 millones de personas pasando hambre en el mundo.
Aseguró que Brasil puede darle lecciones a otros países en este asunto.
"Brasil tiene experiencias. Antes de la crisis creamos un programa para incentivar la producción de alimentos por el que financiamos tractores y máquinas agrícolas, y aumentamos la compra de alimentos por parte del Gobierno", dijo.
Agregó que ese programa ha tenido un "éxito extraordinario" y que puede ser usado como modelo "para que los países ricos ayuden a los más pobres a tener programas similares".
Según Lula, la posición brasileña al respecto es compartida por países como Francia y Reino Unido, por lo que considera que será fácil alcanzar un consenso.
De acuerdo con versiones divulgadas ayer por la prensa inglesa, los países del G-8 anunciarán durante su Cumbre una iniciativa para la seguridad alimentaria que incluye un compromiso de invertir 12.000 millones de dólares en desarrollo agrícola en tres años.
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