Lula dice que, con la consolidación del G-20, ya nadie es dueño de la verdad

Río de Janeiro.-  El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, aseguró hoy que la consolidación del G-20 como el consejo directivo de la economía mundial en lugar del G-8 puso fin a un período en que un pequeño grupo de países que se consideraba dueño de la verdad decidía por todos los demás.

"En este momento lo que está ocurriendo de nuevo en el mundo es que no hay más ningún dueño de la verdad", afirmó el jefe de Estado de Brasil en su programa semanal de radio "Desayuno con el presidente".

Ahora, agregó, "todo el mundo se sienta en la mesa, con mucha humildad, queriendo aprender, queriendo saber cómo es que vamos a hacer para lidiar con la crisis económica, para lidiar con el sistema financiero y para redefinir el papel del Estado, y eso es lo que creo que explica el éxito del G-20".

Tras la Cumbre del G-20 celebrada la semana pasada en Pittsburgh (EE.UU.), los jefes de Estado de los países más ricos y de los principales emergentes decidieron que será esta instancia la que discutirá decisiones para la economía mundial y ya no el G-8, que agrupa a las naciones más desarrolladas.

"Aquello que decíamos en el primer encuentro (Cumbre del G-20) en Washington el año pasado fue consagrado ahora con la posición del presidente (de Estados Unidos, Barack) Obama de que el G-20 tiene que ser el foro para discutir la economía mundial", dijo Lula.

"Se trata del G-20, en la práctica, sustituyendo al G-8. Esa fue la primera conquista (para los países emergentes)", agregó.

De acuerdo con el gobernante, las otras dos conquistas de los países emergentes en Pittsburgh fue el aumento de su poder de voto tanto en el Fondo Monetario Internacional (FMI) como en el Banco Mundial.

"Nosotros queríamos aumentar la participación de los países emergentes en el FMI. Reivindicamos 7 puntos porcentuales y nos dieron 5. Cualquier negociador sabe que quien reivindica 7 y conquista 5 logró una victoria extraordinaria", afirmó.

"En el Banco Mundial queríamos tener una participación adicional de 6 puntos porcentuales. En la víspera del encuentro, Obama dijo que no era posible un acuerdo. Pero al día siguiente conseguimos que aumentasen la participación de los emergentes en el Banco Mundial 3 puntos porcentuales", agregó el presidente brasileño.

Lula aseguró que pera él se trató de un momento de gloria poder haber participado en el G-20, con los más ricos, e inmediatamente después en la Cumbre de los países de Suramérica y África en Venezuela, con los más pobres.

"Para mí fue una lección de vida porque, cuando uno escucha el discurso del encuentro de los países africanos con los suramericanos, comprende mejor que es necesario tener un nuevo orden mundial", afirmó

"(Entendí) que tenemos que concluir las negociaciones de la Ronda de Doha en la OMC, que tenemos que tener más políticas de transferencia de tecnología para los pobres y que es necesario extirpar la miseria del mundo con la colaboración de los países ricos", agregó.

De acuerdo con Lula, los acuerdos entre las naciones suramericanas con bloques como los integrados por los países africanos y los Estados árabes permitirán un cambio en la geografía política y en el gobierno del mundo.

"Se trata de una nueva lógica. Somos la mayoría de los países del mundo y, por lo tanto, tenemos que utilizar esa fuerza en las decisiones del gobierno global", dijo Lula.