Aranda de Duero (Burgos).- La Junta de Castilla y León pretende que a finales de año se puedan reconocer todos los lechazos que se sacrifican en la Comunidad Autónoma y que el mercado nacional pueda distinguir este producto.
Así lo ha expresado hoy el director general de Producción Agropecuaria de la Junta de Castilla y León, Baudilio Fernández-Mardomingo, en la inauguración en Aranda de Duero (Burgos) del XI Foro del Ovino, Oviespaña.
Para la puesta en marcha del proyecto de trazabilidad o seguimiento se introducirá en las ovejas un bolo rumial con un microchip, que se conectará con otro elemento electrónico similar que se colocará en la oreja de los lechazos al cumplir 15 días de vida.
La comunicación entre ambos elementos electrónicos se acompañará de un sistema de mensajes de texto mediante teléfono móvil.
Toda la información generada se imprimirá en una etiqueta electrónica, en la que se podrá saber que es un animal nacido y sacrificado en Castilla y León.
Esta información incluirá los datos de la ganadería, la raza del animal, su lugar de procedencia e incluso una foto del ganadero, además de una dirección web en la que se pueden consultar más datos sobre la trazabilidad del animal
Más del 50 por ciento del ovino de la región está ya identificado con el bolo alimenticio, por lo que el proceso puede resultar más sencillo.
Según Baudilio Fernández, "de momento vamos a poner en marcha la actividad con una prueba piloto, para la que se han elegido ganaderías de todas las provincias de Castilla y León".
"Haremos las pruebas oportunas en los próximos meses y a final de año invitaremos a todas las ganaderías y mataderos a que se sumen al proyecto, de modo que la etiqueta pueda llegar al consumidor en la campaña navideña que es la más importante", ha añadido.
El nuevo proyecto de trazabilidad se pone en marcha para poder identificar los lechazos que se producen en Castilla y León y la intención de la Junta es que en toda España se pueda reconocer el producto, "ya que su calidad es diferente a la que llega de otras zonas y de otros países".
Todas las ganaderías que lo deseen podrán sumarse a este proyecto de identificación de los lechazos y se estima que el coste que puede suponer para el ganadero rondará los dos euros por cada animal sacrificado.
Esta medida, junto con otras ayudas que llegan desde la Junta de Castilla y León y el Gobierno central, intenta mitigar la fuerte crisis que vive el sector del ovino, en el que se está realizando una reestructuración para dar mayor dimensión a las explotaciones ganaderas y evitar el descenso de cabezas y ganaderos que se produce en los últimos años.
Todos estos aspectos forman parte de una las conferencias del XI Foro del Ovino de Aranda de Duero, que reúne a 216 profesionales del sector llegados de todas las regiones de España y países como Francia, Portugal, Italia y Países Bajos.
Oviespaña es la cita más importante del sector ovino en el territorio nacional e incluye también mesas redondas de debate y foros trasnacionales de ganaderos de ovino.
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