MADRID | WASHINGTON.- Resulta verdaderamente difícil creer que Michael Jackson pasara los últimos años con el agua al cuello por cuestiones económicas. Sin embargo, los problemas judiciales, la extravagancia de su personaje, así como las malas inversiones sirven para explicar el triste balance de la cuenta corriente del mítico cantante: unos 400 millones de dólares de deuda, según 'The Wall Street Journal'.
La carrera de Michael Jackson empezó de manera fulgurante, con un gran volumen de actividad durante los años setenta y ochenta. Entonces, el cantante, bien asesorado, realizó una serie de operaciones muy beneficiosas que, unido a los beneficios generados por sus discos ('Thriller' es el más vendido de la historia con 51 millones de copias), llevó al artistas a realizar una serie de inversiones muy acertadas, como la compra del catálogo de los Beatles, por el que se ha embolsado grandes beneficios multimillonarios.
Sus derechos sobre las canciones de McCartney, Lennon, Harrison y Ringo Star —que compartía con la discográfica Sony— le permitieron vivir durante muchos años sin creaciones musicales propias ni conciertos, pero le costaron también la amistad con Sir Paul McCartney y Yoko Ono, a quienes venció en la puja por la propiedad. Sin embargo, según la web de noticias musicales Spinner, puede que Jackson quisiera arreglar el asunto devolviendo los derechos de la obra de los Beatles a través de su herencia.
Las conductas extravagantes y el comportamiento bastante caprichoso coincidieron con una bajada en su producción musical. A finales de los ochenta se compró una propiedad en California por 17 millones de dólares, la famosa 'Neverland', que se acabaría convirtiendo en el símbolo de comportamientos extraños y del mundo de fantasía en el que vivía Jackson.
Desde la llegada de los años noventa, tras la publicación de su disco 'Dangerous', el cantante se sumió prácticamente en la inactividad, al tiempo que su polémica conducta iba generando más escándalos. En esa misma década comenzaría a hablarse de sus problemas judiciales por sus supuestos abusos sexuales a menores, lo cual también acarreó un importante coste social y económico al músico.
Tras verse sumido en esa espiral y abocado a unas deudas crecientes, Michael Jackson se vio obligado a deshacerse de la mitad de los derechos que poseía sobre el catálogo de los Beatles, aunque sus beneficios por las canciones del grupo británico seguían sirviéndole de aval para las diferentes hipotecas que contrajo.
Aun así, estos royalties no fueron suficientes para garantizar sus gastos durante todos estos años. Según informo el New York Times en 2006, Sony organizo un encuentro con Jackson en Dubai aquel año para considerar diferentes opciones y evitar que el artista perdiera la propiedad de la obra del cuarteto de Liverpool. Si la situación económica del 'rey del Pop' le obligaba a renunciar a los derechos sobre las canciones, la discográfica se vería obligada a venderlos al mejor postor. Y nunca han faltado candidatos.
Entre las operaciones de rescate que trataban de devolver a Michael Jackson a la primera línea estuvo la intención de unos inversores de llevar a 'Jacko' a cantar a Las Vegas y reflotar su carrera. La segunda era la serie de 50 conciertos que había programado en Londres, doce años después de su última gira.
El nombre de la compañía privada Colony Capital emerge en todas las informaciones sobre la deuda del artista. Capital no es solo dueña del Hotel Hilton en Las Vegas y de una cadena de casinos, sino que también compró parte de la deuda de Jackson por la enorme hipoteca que seguía pagando por Neverland. Una vez saldada la deuda, y de acuerdo con informaciones del Wall Street Journal, Colony Capital intentó convencer al cantante para que vendiera la casa y el parque de atracciones.
La esperanza estaba ahora puesta en los cincuenta conciertos en el 02 Arena de Londres. Aunque lejos de reducir la deuda de Michael Jackson, tiene pinta de engordar la de los organizadores. Los mismos cuya avaricia empujó a programar mas conciertos de los acordados inicialmente con el cantante, cuando vieron que las entradas volaban en cuestión de minutos, buscan ahora salida a perdidas estimadas en hasta 85 millones de dólares solo en devolución de entradas.
Ni Jackson ni sus herederos recibirán tampoco nada por esta operación, aunque puede que el artista guardara un as en la manga para salvar a sus tres hijos de las deudas. Segun Ian Halperin, su biógrafo, el 'rey del Pop' componía canciones de forma incansable aunque no publicara ninguna. Eran para sus hijos. Halperin declaro que solo serian publicadas después de su muerte.
Ya lo dice Arteche: Jackson no ha muerto.
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