Nada de bacon. EE UU se las va a tener que ver esta tarde con un país de defensores de la panceta. Para alimentarte mientras sigues desde el sofá la semifinal de la Copa Confederaciones, aquí te damos la receta para montarte en dos minutos un bocadillo no apto para cardiacos. Esto sí que es 'jogo bonito'.
Abrimos la barra en dos, a lo ancho, y la rebanamos a lo largo.
Partimos cada tira de panceta en dos, a lo ancho, y las colocamos a la brasa para que se vayan tostando ligeramente. La grasa se deshará y caerán sobre las brasas pequeñas gotas que provocarán un humo que perfumará aún más la carne. Colocamos también sobre los hierros la barra de pan partida, que tostaremos por sus dos caras.
Una vez el pan sobre la mesa, por la parte de la miga lo untamos con el diente de ajo partido en dos y con los medios tomates. Luego lo rociamos con un buen chorreón de aceite de oliva.
Atentos a la panceta, en cuanto veamos que se dora por los dos lados, la sazonamos generosamente y la colocamos sobre el pan. Cerramos, aplastamos ligeramente para que se embeban bien los dos lados del pan y nos los jamamos, a poder ser, en tremenda compañía.
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