Santiago de Compostela.- La Consellería de Hacienda creará un registro de facturas, que será "el primer paso" para un proyecto que la titular de este Departamento, Marta Fernández, definió de "máxima prioridad", para la reducción de tiempos de pago a proveedores a un máximo de 45 días, 15 menos de los que exige la ley.
Fernández Currás presentó hoy en comisión parlamentaria las "líneas de actuación" de la Consellería, constituidas en torno a tres ejes: "un plan de modernización, planificación y gestión por resultados, control de gastos y austeridad".
Uno de los objetivos principales para conselleira de Hacienda es "avanzar en la autonomía financiera y en la suficiencia fiscal", puesto que factores como la dispersión poblacional hacen que "los costes de los servicios sean mayores" en Galicia, por lo que resaltó la necesidad de alcanzar el "máximo grado de consenso".
La conselleira también apostó por la creación de una agencia tributaria gallega, encargada de la "recaudación de todos los tributos propios", la cual, recordó, fue solicitada por unanimidad en el Parlamento de Galicia el pasado 9 de junio.
En referencia a las cajas de ahorros gallegas, Fernández Currás resaltó la necesidad de actuar "con la debida prudencia, dada la situación financiera actual", con el objetivo de "propiciar su máxima independencia", redefiniendo los criterios actuales de nombramiento de los miembros de sus consejos de administración.
Añadió que la Consellería buscará "propiciar" que el papel social desarrollado por estas entidades financieras se pueda desenvolver, además de con obra social, a través del apoyo a proyectos económicos financieros, "económicamente viables".
En materia de política fiscal, centró las actuaciones de la Consellería en "contribuir a aumentar el grado de liquidez de personas y empresas" y "estimular el consumo" para la reactivación de la economía, por lo que apostó por una "rebaja selectiva de los impuestos".
Entre ellos destacó la rebaja en la tarifa autonómica del IRPF para aquellos contribuyentes con una base salarial inferior a 17.700 euros y la extensión de la deducción del 99 por ciento del impuesto de sucesiones y donaciones a "descendientes de 21 o más años, cónyuges, ascendientes o adoptantes".
En materia de control de gasto, denunció que éste es "francamente mejorable" y criticó la práctica "inexistencia de mecanismos de control de resultados", por lo que anunció que este año propondrá al Consello de la Xunta un nuevo acuerdo para la fiscalización previa, que se complementará anualmente con planes de control posterior.
La titular de Hacienda anunció, también, la implantación de "un sector de control, único y centralizado de subvenciones".
Además destacó la apuesta de la Xunta por la "profesionalización de la Administración", para lo que potenciará la realización de procesos selectivos y concursos.
Anunció la presentación, este año, de un proyecto de Ley de Función Pública, que tendrá como finalidad "dar una respuesta integral a todos los debates abiertos".
La Consellería de Hacienda apostará, también, por la "modernización de la Administración" con el objetivo de "mejorar el servicio al ciudadano, una tarea que parecía olvidada", dijo.
En lo referido a la gestión del patrimonio de la Comunidad gallega, la conselleira destacó la detección de "grandes debilidades" en el inventario de bienes e inmuebles, por lo que apostó por su actualización y por el diseño de "un nuevo sistema de gestión", medidas que "supondrán un paso histórico en la transparencia de las cuentas públicas", indicó.
El diputado del BNG Fernando Blanco agradeció a la conselleira "el abandono de la búsqueda de agujeros presupuestarios" pero criticó que, pese a la promesa de reducir el plazo en el abono de las facturas a los proveedores a 45 días, "hay retrasos importantes en los pagos" a los que añadió "el bajo grado de ejecución de obras en el primer semestre".
La diputada del PSdeG María Xosé Caride recordó que "demorar los pagos de la Administración era una vieja maña del PP" y resaltó, en lo referido a la financiación, que el presidente Núñez Feijóo "tiró la toalla antes de empezar", ya que la "estrategia de Génova" es que "no haya acuerdos de financiación" con el Gobierno central.
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