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El precio del ocio

  • Si compras una entrada normal el domingo 21, las demás te valdrán 2€ hasta el martes
Por PAU BRUNET* (SOITU.ES)
Actualizado 18-06-2009 11:33 CET

El precio de las entradas de cine siempre ha sido un tema polémico para la industria. Desde dentro siempre se dice que es el ocio más barato, pero la opinión del público es totalmente opuesta y para muchos su precio es alto, abusivo y les frena a ir con más frecuencia. Este domingo día 21 se celebra en toda España La Fiesta del Cine, un evento organizado por las asociaciones de distribuidores, productores y exhibidores durante el cual se podrá ver cine a 2€ la entrada.

Este precio significa una reducción del coste de la entrada de entre un 55 y un 70% del precio original. El funcionamiento será muy sencillo: al comprar una entrada normal el día 21, te dan un "pasaporte" con el que a partir de la segunda sesión y hasta el martes 23 a la medianoche se podrán ver películas a precio reducido. Pero, ¿qué significa el precio de la entrada que unos ven caro y otros ven barato?

El coste de un ticket de cine en nuestro país va de los 4,5€ a los 7,5€ según la cadena y la población, siendo más caro en la gran ciudad y en los grandes complejos de multisalas. No existe ninguna ley que regule este precio, ni ninguna norma interna: cada cadena o sala lo hace a su elección. Incluso algunas cadenas varían precios dentro de la misma ciudad en diferentes salas de sus circuitos, lo que provoca que a más de uno le dé la sensación de que "El cine ha subido, ¿no?", una de las frases más escuchadas por los taquilleros. El precio, además, es una de las causas por las que el público suele ser cada vez más selectivo y divide entre lo que quiere ver en cine y lo que verá en el futuro de otra forma (legal o ilegal). Pero como en todo, los números son relativos y es interesante saber cómo se reparte este dinero.

¿Cómo se reparte lo que pago por mi entrada?

La recaudación de la taquilla se reparte entre el distribuidor (el que pose los derechos de la película) y el exhibidor (la sala), una vez pasado todo el trámite de impuestos y derechos de autor. La cantidad a repartir se hace usando porcentajes que varían según la empresa y la permanencia en cartel. El estándar, en primer fin de semana, es un 50:50 o un 45:55 a favor de la sala, aunque cuando se trata de una 'major' (gran distribuidora), la pelea suele estar en 50:50 o incluso un 55:45 si el producto es impresionante (caso de algunos 'blockbusters'). A partir de aquí la cosa se tuerce siempre hacia el exhibidor y los porcentajes varían semana tras semana, reduciendo la parte que se lleva el distribuidor, de 45:55 a 40:60 en segunda semana, 35:65 en tercera y así sucesivamente hasta llegar a un mínimo del 15% para el distribuidor a partir de una quinta-sexta semana. Evidentemente, todo lo referente a las ventas del bar de una sala son para el cine, nunca para la distribuidora.

Las 'majors' tienen distintas condiciones

Más profundo es lo que sucede con el dinero del distribuidor. En el caso de las 'majors', que suelen producir y distribuir su cine, todo es para ellas, aunque hay excepciones, ya que a veces estas multinacionales actúan sólo como agentes de distribución (caso de 'Iron Man' o 'Hulk', propiedad de la productora Marvel al 100%). En esos casos, la 'major' (Sony, siguiendo con el mismo ejemplo) sólo actúa como distribuidor físico y marketing. Por esta razón, se establecen contratos que indican: primero, al dinero recaudado limpio se le descuenta el coste de marketing, y del restante, el 10-15% va a Sony y el resto a Marvel Studios.

En el caso de las empresas nacionales (Aurum, Tripictures, DeA Planeta y otras tantas) el dinero se reparte entre ellas y el productor de la película en otro porcentaje estipulado por contrato. Además, casi todas estas empresas suelen pagar un "adelanto" de lo que va a recaudar la película en cines en base a su presupuesto. Cuanto más cara, más pagas porque es presumible que recaudará más dinero. Todo esto aumenta la presión para lograr buenos datos para estas empresas locales ya que este "adelanto" no se devuelve y, claro está, todo el coste de marketing va por su cuenta.

¿Por qué no subvencionar para fomentar la audiencia?

Como puede observarse, el precio de los tickets está muy repartido, y muchos distribuidores están apretados por los gastos, pero la realidad es la realidad, y para muchos el cine es caro, y la afluencia baja. Este 2009 está siendo la excepción, y desde comienzos del año, la asistencia a las salas ha ido en aumento, algo que ha animado a muchas empresas de esta rueda económica. Pero queda en el aire el plantearse cambios en los precios, nuevas políticas de precios que mejoren la afluencia a los cines, y más en estos tiempos que la gente está necesitada de evasión. Sin duda, el ir al cine es un acto más satisfactorio que otros y son muchos los que piensan que parte de las ayudas del estado al cine, deberían destinarse a este fomento. Total, ¿no se fomenta la compra de coches? Se ayuda a hacer cine (como se ayuda a hacer teatro, literatura, etc...) pero existe un olvido a la hora de fomentar el consumo de este arte.

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*Pau Brunet es editor y director de la web Boxoffice.es

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