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No vale escudarse en los políticos: algunas razones para votar

  • La abstención en las elecciones es mayor entre los jóvenes
  • El desencanto con la clase política es una de las principales razones
  • Te damos 10 motivos para acercarte a votar
Por ANA R. CAÑIL (SOITU.ES)
Actualizado 07-06-2009 19:27 CET

Unos días antes de la jornada electoral, las encuestas confirmaban lo más temido: los ciudadanos europeos van a dar una patada en el trasero al Parlamento Europeo por lo cabreados que están con sus políticos nacionales. La abstención va a superar el 50% para castigar a nuestros gobiernos y donde más elevada va a ser esa abstención será, precisamente, entre los jóvenes. El 75% de los jóvenes españoles no votaron en las últimas elecciones al Parlamento Europeo, pero hoy el porcentaje puede ser aún más descorazonador.

De poco o nada va a servir que sean nativos europeos, que hayan nacido poco antes o poco después de la adhesión de España a la UE . Escudados en que los políticos son todos iguales, que no hablan de Europa, que la campaña ha sido casposa (¿alguien tiene algún argumento para desmentirles esto último?), etc., la mayoría de los hijos y nietos de quienes se dejaron los cuernos por ser europeos no van a desviar sus costumbres de fin de semana ni un ápice para dirigirse al colegio electoral.

"No vale con decir lo que Europa ha hecho hasta ahora, eso no son razones que animen a ir a votar. Quiero saber qué va a hacer por mí en el futuro y cuando digo por mí me refiero a mi generación. Y no me vuelvas a hablar de la generación europea ni de las becas Erasmus porque los 150 euros al mes que te dan no sirven para que creamos en Europa" espeta Luz, licenciada, mileurista, 25 años, polemista, leída y poco pasota para lo que se lleva, con espíritu oenegero y un tanto desencantada con los partidos.

Luz sabe perfectamente cómo está constituida la Unión Europea y para qué sirven la Comisión, el Parlamento y el Consejo. Es más, si la presionas hasta saca matrícula, porque se acordaría de quién preside el actual Parlamento.

Todo lo contrario que Ana, arquitecta, 26 años, europea de espíritu que disfrutó de una Erasmus en Aachen (Aquisgrán) en Alemania hace unos años —tiene amigos repartidos por media UE— pero que no va a ir a votar el domingo. "No me he empadronado porque acabo de volver de Asia. Pero seguramente hubiera ido a votar. No sé ni quiénes son los candidatos, me he enterado un poco este fin de semana. Ni tampoco tengo claro para qué sirven las instituciones exactamente. Nadie lo sabe con claridad. Nos resulta muy lejano y los políticos nos ayudan a mantenernos en esta posición. Dime tú un solo motivo, de los que hayas oído en esta campaña, que a mí, que estoy en paro, me motive para ir a votar. Cada vez que salen los mitines en la tele estos días cambio de canal".

Ana está cabreada y preocupada con la crisis. Hace algo más de un año, cuando decidió marcharse a Asia a hacer unas practicas, el trabajo sobraba entre sus colegas recién licenciados. Pero ha vuelto y la mayoría de sus compañeros está en paro. Los políticos no es que la asqueen sino que la aburren y lo va a pagar pasando de Europa este fin de semana.

¿Qué se les puede decir a estas tipas, que son listas, no encajan en el papel de pasotas ni perroflautas de muchos de sus amigos —ambas se lo curran, han tenido anteriores empleos, proceden de familias de clase media y saben lo que es pelear por una beca— para que el domingo no se queden en casa, si además no quieren oír hablar de pasado, sino de futuro?

Algunas razones para que no te escaquees

Hay muchas pero, primero, usaremos las obvias, porque a veces hay que comenzar por lo primario:

  1. Piensa en todos los que querrían ir a votar en tu lugar y no pueden. Te aburre ir a votar a los próximos europarlamentarios. Pues bien, millones de ciudadanos del mundo menos afortunados que tú, darían cualquier cosa por ser europeos y poder votar este domingo. A pesar de todos sus defectos, la UE no admite dictaduras. En muchos países —como algunos de los del Este recién ingresados o pendientes de ingresar en el círculo privilegiado de Bruselas— los riesgos de golpes de Estado y retrocesos democráticos son más difíciles. No tendrás fácil explicarle a una joven turca occidental, que pelea desde hace años por la igualdad, por qué tú pasas de ir a votar.
  2. Si tú no vas a votar, otros lo harán por ti. Siempre habrá alguien que ponga a los que van a mandar. Es probable que, por castigar a los que gobiernan, facilites el ascenso de los que menos te gustan.
  3. Una menudencia que te afecta. Dependiendo de que ganen unos u otros estas elecciones al Parlamento, podría hacerse realidad la jornada de 65 horas semanales o continuar la de 40. ¿A qué eso te pone y te irrita?
  4. Otras razones que te resultan menos obvias:

  5. El contexto importa, y mucho. Es la primera vez en 30 años —desde que hay elecciones al Parlamento Europeo— que se vota con una crisis económica global como telón de fondo. La peor de las sucedidas en el mundo hasta ahora según cientos de economistas e incluso el FMI. Ningún país podrá salir de esa crisis en solitario, por más que los políticos echen la culpa de muchos de los males a Europa.
  6. Cúbrete las espaldas en el curro. Puede que no tengas trabajo o lo tengas amenazado, pero gracias al estado del bienestar que ha fraguado la UE durante los últimos cincuenta años en el seno de Europa, hay subsidio de desempleo, pensiones y una sanidad aceptables. ¿No te vale? Ni siquiera en EEUU —ni en el resto del mundo, desde luego— la sociedad ha conquistado un estado de bienestar básico tan importante como el europeo.
  7. El PE con más fuerza de la historia. Si la escasa fuerza moral y los lazos entre los países de la Unión Europea y sus tratados se debilitan, cada país tirará por su lado —cosa que está sucediendo en una parte durante la campaña y que favorecerá la alta abstención— y esos logros se deteriorarán o se irán al garete. Una mejora en la participación reforzará al Parlamento, incluso puede que influya en la renovación del futuro presidente de la Comisión Europea (ahora Durão Barroso, el último de las Azores). Con más votos y una vez que Irlanda ratifique la Constitución, las instituciones europeas se verán legitimadas para forzar una nueva agenda, porque la de Lisboa ha sido un fracaso.
  8. Las cosas que te importan. En esa nueva agenda podrán incluirse temas como la inmigración, la política energética, el terrorismo o la política exterior. Frente a EEUU, Japón, Rusia u otras grandes potencias, mejor y con más fuerza para defender las posiciones comunes del viejo continente. Suena a tópico que la unión hace la fuerza, pero a menudo los tópicos son ciertos y no siempre se puede ir de original y alternativo. El tratado de Lisboa no es perfecto, pero en líneas generales sí es mejor que lo que tenemos. Dará más poderes a la Comisión (el gobierno de la UE) y acabará con las presidencias rotatorias. Poco a poco, nuestros propios gobiernos podrán tener límites que les vendrán impuestos por la UE.
  9. Parar los extremismos. La historia demuestra que, a veces, las grandes crisis económicas terminan generando grandes movimientos sociales de protesta y los ciudadanos se vuelven masa, se radicalizan. La extrema derecha o la extrema izquierda engordan. Por más que te asqueen los grandes partidos europeos, socialdemócratas y populares, e incluso los progresistas y los verdes, los neofascistas y neoestalinistas siempre prosperaran menos con un Parlamento reforzado en Estrasburgo o con una Comisión en Bruselas que esté legitimada por los votos de los ciudadanos y pueda frenar posibles desmanes de grupos extremos. No es una broma. El lunes veremos quiénes han sido los partidos más favorecidos con la abstención.
  10. De verdad sirve para algo. No está de moda, no es cool ni friki que a veces las manoseadas instituciones tengan razón. Pero, como en el caso de los tópicos, resulta que es verdad la afirmación de Bruselas para estas elecciones: "Las decisiones del Parlamento Europeo tienen impacto en tu vida diaria; tu voto determina la dirección que toma Europa".
  11. Y lo conseguido hasta ahora... Si te da risa la campaña europea y buscas razones para votar, más allá de los dos pollos, piensa en algo tan vulgar y a lo que ya te has acostumbrado, como que sin la Europa actual, tu euro no existiría. ¿Te gusta más con futilidades como esta?

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