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De 1ª automovilística mundial a empresa estatal: las claves de la quiebra de GM

  • General Motors se declara en bancarrota tras no conseguir un acuerdo con sus acreedores
  • El 60% de la empresa pasará a ser propiedad del Gobierno de Estados Unidos
Por PAULA CARRIÓN (SOITU.ES)
Actualizado 01-06-2009 15:09 CET

Todo un símbolo de la cultura americana y del capitalismo acaba de declararse en bancarrota. General Motors, fabricante entre otras marcas de los míticos Cadillac, acaba de acogerse a lo que en la legislación norteamericana llaman capítulo 11, o lo que es lo mismo, una suspensión de pagos a la americana.

Lejos queda ya aquella frase atribuida al ex presidente de la compañía, Charles E. Wilson, quien, en 1953, dijo que "lo que es bueno para General Motors es bueno para EEUU". El estandarte de la industria americana ha protagonizado, con el apoyo de la Administración de Barack Obama, la tercera mayor quiebra del país por detrás de la archiconocida Lehman Brothers y de Worldcom. La empresa que desde hace unos meses conduce el tío Sam está, sin embargo, lejos de desaparecer. Te contamos las claves de esta 'muerte anunciada'.

¿Qué le ha llevado a la quiebra?

Los problemas de General Motors no son nada nuevo. La compañía fundada hace un siglo y que aún posee las marcas Buick, Cadillac, Chevrolet, GMC, Holden, Hummer, Pontiac, Saab, Saturn, Vauxhall y Wuling, lleva unos cuanto años amontonando problemas que se han decidido a resolver cuando la crisis financiera, con su consiguiente restricción de crédito, ya es un hecho.

Durante años, en los que la cuota de mercado iba reduciéndose poco a poco, GM no ha querido admitir que debía prescindir de alguna de sus marcas y modelos. Prueba de este empecinamiento es que desde la compañía que desde 2004 acumula pérdidas de 88.000 millones de dólares (61.859 millones de euros al cambio actual) debido a que los ingresos —marcados fuertemente por una caída de las ventas superior al 30% de media— no eran suficientes para financiar sus gastos. ¿Por qué? La compañía americana tiene una estructura de costes fijos (salarios, plantas de producción en activo, etc.) muy alta y un exceso de capacidad productiva en territorio norteamericano donde las ventas han caído más de un 45% en el último año.

¿Cuál ha sido el detonante?

Ha sido la crónica de una muerte anunciada. La administración de Obama, consciente de los males por los que pasaban las dos grandes de Detroit (Chrysler también), había dado un nuevo límite a las compañías para que pusieran en marcha un urgente plan de restructuración y de ahorro de costes el 31 de marzo. Chrysler que tenía de plazo hasta el 31 de abril cayó entonces y anunció su fusión con Fiat para renacer. GM tenía de plazo hasta ayer y también ha caído. Durante estos dos meses el dirección de la compañía, capitaneada desde hace poco por Fritz Henderson, ha tratado de convencer a sus acreedores de que canjearan parte de su deuda por acciones de la maltrecha compañía. La compañía no ha cumplido, por tanto, el requisito impuesto desde Washington (que dirige ne proceso de bancarrota) para seguir financiándole de reestructurar 27.200 millones de dólares de deuda no asegurada.

¿Por qué se ha declarado en quiebra antes de que abra Wall Street?

La suspensión de pagos de GM es algo que se viene oliendo desde hace meses y ayer fue confirmada por la misma Casa Blanca. Sin embargo no ha sido oficial hasta hace apenas una hora cuando el gigante automovilístico ha presentado ante un tribunal de Nueva York la solicitud para acogerse al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos. El hecho de que se haya realizado antes de la apertura de la Bolsa de Nueva York se hace para que los inversores tengan tiempo de "digerir" la noticia antes de lanzarse a invertir o desinvertir en la compañía. La mayoría de los analistas coinciden en que durante los últimos meses el mercado ya ha descontado la quiebra.

¿Qué pasará ahora?

Será una bancarrota express: El presidente Obama quiere que el proceso dure de dos a tres meses. Además, GM abandonará el índice Dow Jones y supuestamente no volverá a cotizar en más de un año.

En el tiempo que dure la bancarrota la automovilística acelerará al máximo su ya iniciada reconversión en la que GM se dividirá en dos: la 'Old GM', que será liquidada, y una nueva división, de la que habría que decidir qué activos se consideran rentables para seguir adelante. Al Koch, el hombre elegido para dirigir el proceso de quiebra, busca deshacerse de las marcas consideradas 'malas' como Hummer, Saab, Saturn y Pontiac. Opel, por su parte, ya no será un quebradero de cabeza ya que la acaba de vender a la canadiense y desconocida Magna. Además el grupo ya está cerrando plantas (tiene que cerrar 11) y está reduciendo costes laborales a través de masivos despidos. Tampoco renovará los contratos a los concesionarios menos rentables. Después de todo esto la nueva GM será, según recoge la prensa norteamericana, más pequeña, más eficiente y más ecológica.

La Administración Obama, que ya ha inyectado 19.400 millones de dólares (13.770 millones de euros) a la moribunda automovilística de Detroit, será el accionista mayoritario de la nueva empresa con un 60% de la nueva GM. Los otros propietarios serán el Gobierno canadiense (con el 12%), el fondo de prestaciones sociales del sindicato, Veba (con el 17,5%) y los acreedores (de un 10% a un 25%). Estos porcentajes no son, sin embargo, definitivos.

¿Cómo afecta la bancarrota de General Motors a España?

La única fábrica que tenía GM en España es la de Figueruelas (Zaragoza). En esta planta se producen modelos de la marca Opel (Meriva, Corsa y Combo), que la semana pasada fue vendida a la canadiense Magna. Esta venta contemplaba la desaparición de 11.000 puestos de trabajo en Europa, lo que puede hacer peligrar alguno de los 7.500 puestos de trabajo de Figueruelas. Ante esta posibilidad el ejecutivo español ya ha dejado claro que la de España es una de las plantas más productivas de toda Europa. El ministro de Trabajo, por su parte, ha avisado a los nuevos propietarios de la marca deben tener en cuenta que sólo recibirán ayudas españolas si se comprometen a mantener el empleo.

¿Quién es ahora el número uno?

La empresa que creó William Durant cedió en el año de su centenario (2008) el liderazgo del mercado mundial de ventas a Toyota. Aún siendo líder el fabricante japonés sale reforzado como número uno mundial del motor tras la quiebra de GM, pese a que en mayo confirmara la primera pérdida neta anual de su historia en más de 430.000 millones de yenes (3.190 millones de euros).

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