Los 420.000 niños de quinto de primaria empezarán el próximo curso estrenando aulas con pizarra digital, conexión inalámbrica a internet y un portátil que se podrán llevar a casa para hacer los deberes. Se trata del proyecto "Escuela 2.0" que ha sido anunciado esta mañana por el presidente del Gobierno y que en tan sólo unas horas ha provocado un sinfín de dudas y reacciones. Estas son algunas:
Ni idea. Por saberlo, no lo sabe ni el propio ministro de Educación. "Por ahora, no lo sabemos, no lo hemos calculado", ha explicado esta mañana Ángel Gabilondo a nuestra compañera Pilar Portero. En el Ministerio tampoco dan cifras de este proyecto cofinanciado por las Comunidades Autónomas. Será caro: al coste de los portátiles y las pizarras electrónicas hay que añadir el de su software (si se les instalan programas de pago), la conexión a la red de la escuela y de cada portátil (para que los niños puedan usarlo en sus casas), además del soporte técnico de todo ello y la formación que habrá que impartir a alumnos y profesores.
A Castilla-La Mancha le costó 20 millones de euros una medida similar aunque mucho menos ambiciosa, que consistía en dotar de un PC a 30.000 profesores (sale a 660 euros por equipo, incluyendo asistencia 24 horas y reemplazo en el caso de avería). Elegir ultraportátiles sería una forma de reducir la factura, pero ese es sólo el principio. Europa Press, citando fuentes de las operadoras, ha calculado un coste por aula de entre 1.500 y 2.000 euros sólo en antenas, cableados y sistemas de conexión a internet. Eso, si el aula no pertenece a una escuela rural que necesite recurrir al satélite.
En el ministerio de Educación insisten en que llevan "bastantes meses" trabajando, y que se trata de "un plan completo, en el que se abordará de forma amplia la apuesta por las nuevas tecnologías en la escuela. No se les dará un ordenador y punto, sino que se formará a los profesores y a los alumnos". A falta de conocer la profundidad de esa formación, nadie ha hablado de la educación necesaria para los padres, que verán como sus hijos llevan los equipos a sus casas.
Después de un arduo debate en la red durante los últimos días, el Ministerio ha confirmado que dentro del pliego de especificaciones técnicas del concurso se exigirá a los fabricantes la implantación de un sistema de arranque dual en los ordenadores. Y que la decisión de instalar Windows o Linux recaerá en las Comunidades Autónomas (muchas poseen su propia distribución de Linux). El presidente de Hispalinux, José María Lancho, es tajante al afirmar que eso es "una estafa", ya que obliga al gasto en la tecnología de una marca en concreto, algo prohibido por la Ley de Contratos del Sector Público. Para él, se ha recurrido a la figura del "arranque dual" no pensando en el ciudadano, sino para escapar a la normativa de contratos públicos. Lancho denuncia, además, que se trata de una "gran operación de márketing para Microsoft" y un peligroso precedente para hispanoamérica y para el futuro de los chavales, que se acostumbrarán a entornos propietarios. Obviando la cuestión del coste de las licencias —si es que se puede— Linux parece un sistema ideal para portátiles o ultraportátiles con potencia limitada.
Acercar a todos los niños de 10 ó 11 años a la tecnología parece una medida interesante para reducir la brecha digital, pero desde muchos sectores se critica la ausencia de un estudio educativo previo que explique cómo hacerlo, a qué edad, con qué herramientas, etc. CONCAPA cree que la medida es "muy efectista y poco práctica", y que con ella "no se va a solucionar" el fracaso escolar o el abandono temprano de los estudiantes. La Unión de Asociaciones Familiares (UNAF), en cambio, prefiere ver la medida en perspectiva y considera que ayudará a "acabar con muchas lacras sociales" en España y a ayudar a las familias más desfavorecidas.
Más allá del aspecto educativo, la implantación de un plan tan ambicioso en un momento de crisis también se puede cuestionar. "Se trata de un error estratégico, y más en un momento de crisis", dice José María Lancho. "No es una buena opción para la industria del software local y se favorece a una empresa [Microsoft] que no hace I+D en España", añade. El plan Escuela 2.0 supondrá un buen pellizco para las operadoras y las decaídas industrias del hardware y del software. Desde el ministerio de Educación explican que se están manteniendo conversaciones con unas 20 empresas de estos tres sectores.
"La tecnología en el aula no es ni necesaria", explica Juan Freire, experto en tecnología y educación y poco sospechoso de tecnofobia. "Al aula se debería ir a colaborar, a trabajar en grupo, a escuchar". Para él, esta idea "está reproduciendo un modelo que ha fracasado sólo que haciéndolo más moderno. El libro se ha sustituido por uno digital, y la pizarra por una digital, pero se siguen usando el mismo libro y la misma pizarra que han fracasado", añade. "Apuesta por sector editorial y por los libros de texto, una pedagogía del pasado y una industria con un modelo de negocio basado en tecnologías del siglo XVI", afirmaba el profesor de Didáctica de la Jaume I Jordi Adell hace unos días, cuando el proyecto era tan sólo un rumor bien fundado.
El ministerio ha asegurado que el plan vendrá acompañado de la formación necesaria para el profesorado, pero aún no se saben detalles. La asociación de padres CEAPA cree que la medida, como "inversión en educación" en tiempos de crisis es positiva, pero incide en que los profesores tienen que saber cómo funcionan. Recuerdan cómo en algunas autonomías pioneras en introducir los ordenadores en todas las aulas los mantuvieron apagados porque el profesado no sabía usarlo. Juan Freire explica que hay profesores que están muy avanzados, que en secundaria editan vídeo con normalidad con sus alumnos y para los que esta formación podría quedar corta. "En cambio otros no tienen ni idea, y pueden enfrentarse el próximo curso con 25 niños delante de sus portátiles".
En teoría, la medida se implantará este mismo septiembre, una fecha que parece muy optimista. Pero por muy avanzadas que se encuentren las charlas con los distintos proveedores, para la adquisición de tal parque informático es necesario convocar un concurso público, un proceso largo, especialmente con las vacaciones por medio. Hispalinux ya ha anunciado a soitu.es que si encuentra razones para impugnarlo, "probablemente actuaría jurídicamente" contra él. Tampoco parece que haya demasiado tiempo para disponer de los equipos. Según fuentes del sector informático, ningún proveedor nacional podría proporcionar tal número de portátiles, por lo que debería recurrirse a varios fabricantes.
Aún no está claro si se recurrirá a ultraportátiles o a equipos de bajas prestaciones, pero parece que se tratará de ordenadores modestos que no disparen la inversión. Freire se pregunta qué pasa, por ejemplo, en el caso de los niños que ya poseen un ordenador. El experto opina que el hardware debe ser algo adaptado al uso, que las máquinas deben ser flexibles para que los chavales, los padres o los profesores pueden optar por las herramientas más adecuadas. Imponer "desde arriba" un equipo con ciertas utilidades "va en contra del principio informático de la diversidad, obligando a todo el mundo a hacer lo mismo".
Lancho, de Hispalinux, recuerda que según la Ley de Acceso Electrónico de los Ciudadanos a los Servicios Públicos, los españoles tenemos derecho a elegir el software con el que deseamos relacionarnos con la administración. "Igual la decisión no debería haber sido tomada así, unilateralmente, y tenía que haber sido consensuada con las asociaciones de padres. Ahora no van a tener otra opción".
El presidente del Gobierno no ha nombrado los contenidos en su discurso, y el ministerio de Educación no da detalles porque el proyecto "se está definiendo". Pero muchos andan ya con la mosca detrás de la oreja tras la publicación esta mañana de este artículo en El País, en el que se habla de que las editoriales están preparando materiales digitalizados 'ad hoc' y certificados para protegerse del "intrusismo" de las Comunidades Autónomas que diseñan sus propios contenidos. Freire se confiesa asustado ante este concepto, "el de un gran hermano que te obliga a vivir en un mundo digital reducido" y en el que docentes y autoridades locales que preparan sus materiales son considerados intrusos. Si se confirma este extremo, el beneficio para las editoriales de libros de texto sería sustancial.
En España existen varios proyectos que han servido como precedente. En Sevilla 11.000 universitarios tienen su portátil. En Castilla-La Mancha, 30.000 profesores. Pero es en Aragón donde se ha incubado la idea, promovida por la actual secretaria de Estado de Educación, Eva Almunia, anterior consejera de Educación del Gobierno de Aragón. El momento cumbre del proyecto maño llegó el año pasado, cuando los jóvenes del pueblo de Ariño (Teruel) explicaron a Bill Gates cómo estudiaban en sus Tablet PCs.
Según fuentes de Educación, el proyecto se inspira sobre todo en el proyecto Magallanes portugués, donde se han dedicado 80 millones de euros a la adquisición del OLPC de Intel, el Classmate PC, para su uso por escolares. Como explicábamos hace unos meses "el ordenador, modesto pero robusto y muy bien adaptado a las necesidades escolares, se venderá por un precio subvencionado de hasta 50 euros a las familias con niños escolarizados, aunque las más humildes tendrán uno gratuitamente".
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