Oviedo.- La directora de la Fundación Biodiversidad, Ana Leiva, ha afirmado hoy que "en un momento de crisis como el que estamos el empleo verde va a ser el gran salvador de los empleos y esto lo vamos a ver en el futuro".
Leiva ha presentado hoy en Oviedo el Proyecto BRUMAS, que forma parte del Programa "Empleaverde" de la Fundación que dirige, en un acto en el que también han estado presentes la viceconsejera de Medio Ambiente del Principado, Belén Fernández, y la directora de la Oficina para la Sostenibilidad, el Cambio Climático y la Participación, Nieves Roqueñí.
El Proyecto BRUMAS nace con el objetivo promover el desarrollo sostenible y el correcto aprovechamiento del medio ambiente a través de la formación y empleo en el medio rural asturiano.
La Fundación Biodiversidad ha elegido esta propuesta entre las 252 que aspiraban a formar parte de "Empleaverde" porque "hay quien dice que se recuperará la economía en el momento en que se puedan volver a vender las casas y a construir nuevos pisos" ha dicho Leiva, pero se debe apostar por "otras formas de crecer, de invertir y de generar empleo".
La directora de la Fundación ha explicado que la industria medioambiental genera el 2,2 por ciento del producto interior bruto de la Unión Europea, lo que supone que tiene un peso económico mayor que la industria del automóvil, y ha recordado que España es el primer productor de agricultura ecológica de Europa, por lo que ha apostado por "promover el empleo ligado al medio ambiente".
Por su parte, Belén Fernández ha señalado que "Asturias es buena conocedora de que la protección del medio ambiente crea empleo y genera riqueza" y en esta "apuesta por lo verde" se enmarca el Proyecto BRUMAS.
"El ámbito de actuación de esta iniciativa serán las zonas rurales, especialmente los espacios naturales protegidos y las reservas de la biosfera" ha explicado la viceconsejera, quien ha indicado que ésta es una "fórmula de supervivencia territorial" frente al "envejecimiento poblacional" y el "éxodo rural" que se vive en la región.
Por esta razón los principales destinatarios son las pymes y autónomos, que conforman el 95 por ciento del tejido empresarial en el área rural asturiana, especialmente los colectivos desfavorecidos y las mujeres.
El programa formativo se divide en 22 cursos presenciales y semi-presenciales de 30 horas sobre agricultura ecológica, ganadería, turismo rural, gestión y aprovechamiento de residuos, eficiencia energética y aprovechamiento micológico sostenible entre otros.
Para ello cuenta con un presupuesto de 614.200 euros hasta 2010, año de finalización del proyecto, que se financia en un 80 por ciento gracias a los fondos europeos, mientras que el 20 por ciento restante se reparte entre la Consejería de Medio Ambiente y la obra social de Cajastur.
A lo largo de estos dos años se llevarán a cabo seminarios y jornadas y se establecerá un Observatorio de Empleo Verde, así como un punto de asesoramiento personalizado para la implantación de sistemas de gestión ambiental y asesorías energéticas en el mundo rural.
Como complemento a la formación se publicarán guías de buenas prácticas medioambientales y se realizarán tres estudios de seguimiento relacionados con los efectos del cambio climático, el empleo verde y la mujer y los recursos forestales.
Entre los objetivos finales está la creación de 10 empresas en el sector ambiental y la formación de unos 300 trabajadores.
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