Los Sixers aprovechan el regalo de los Magic (98-100) en la fase final de la NBA

Con la llegada de la fase final, los equipos perdedores de la Conferencia Este se han rebelado contra los ganadores y los últimos en hacerlo han sido los Sixers de Filadelfia, que sorprendieron a los Magic de Orlando en el partido inaugural de la primera eliminatoria.

Si en la jornada del sábado, los Bulls de Chicago, séptimos clasificados, hacían historia con su triunfo en Boston ante los Celtics, segundos, este domingo les tocó el turno a los Sixers, sextos, que ganaron 98-100 a los Magic, terceros mejores en la temporada regular.

La figura del partido fue el escolta Andre Iguodala, que con 2,2 segundos para concluir el tiempo reglamentario, hizo un tiro en suspensión para anotar la canasta que decidió la victoria de su equipo y que le permitió ponerse con la ventaja de campo y 1-0 en la serie al mejor de siete. El triunfo de los Sixers tiene doble valor porque lo consiguieron después de remontar una desventaja de 18 puntos, lo que deja más que cuestionada la labor defensiva del equipo de Orlando bajo la dirección del entrenador Stan Van Gundy.

Los aficionados de los Magic, como sucedió la jornada anterior con los de los Celtics, no podían dar crédito a lo que veían y se fueron del campo envueltos en la frustración, que esperan superar cuando el próximo miércoles ambos equipos disputen el segundo partido de la serie, en el mismo escenario del Amway Arena.

Hawks, muy superior a los Heat de Miami

Mientras, también llegó la fase final a Atlanta y el equipo local de los Hawks demostró una gran superioridad sobre el de los Heat de Miami, a los que ganó por 90-64. El alero Josh Smith, con un doble-doble de 23 puntos, 10 rebotes, tres recuperaciones de balón y dos asistencias, lideró una lista de seis jugadores que tuvieron dobles dígitos para los Hawks, que también hicieron una gran defensa, individual y por zonas.

Pero fue Smith quien dio el mayor espectáculo en el partido con toda la variedad de mates ante el regocijo de los miles de aficionados que habían llegado al Philips Arena, de Atlanta, para ver triunfar a su equipo.

Mientras, la imagen de los Heat volvió a ser la de siempre, un equipo inconsistente, sin definición en su juego, y siempre pendiente de lo que haga su estrella, el escolta Dwyane Wade, que para su desgracia, esta vez fue muy poco, lo mismo que el resto de sus compañeros. Wade sólo pudo anotar 19 puntos, 11 por debajo de su promedio que lo convirtió en el máximo encestador de la liga, después de fallar 13 de los 21 tiros que hizo de campo. Además repartió cinco asistencias, capturó cinco rebotes y recuperó tres balones.

Los Hawks no habían dejado a un rival con 64 puntos en un partido de la fase final desde la fase final de 1998, cuando lo hicieron con los Hornets de Charlotte y establecieron la marca de equipo que hoy, domingo, empataron. El segundo partido de la serie al mejor de siete se disputará el próximo miércoles, en el mismo escenario del Philips Arena.

Victoria placentera de Los Lakers

Por último, Los Lakers de Los Ángeles abrieron el telón de los 'play-offs' con una victoria relativamente placentera frente a los Jazz de Utah (100-113), en un partido condicionado por el poder anotador de los angelinos en los dos primeros cuartos y la escasa competitividad de unos Jazz que sólo contaron con un aguerrido Carlos Boozer (27 puntos).

La versatilidad de los Lakers en ataque durante el primer cuarto, que sellaron con 30 puntos, les permitió dosificar esa jugosa renta durante el resto del choque. Ofrecieron no obstante una imagen irregular, con lagunas defensivas y dificultades en ataque estático, aunque ni eso ayudó a los de Utah a comprometer el resultado de este primero partido.

Los Lakers cimentaron su triunfo en los habituales, los puntos de Bryant (24) y Gasol (20), a los que se sumaron las 'carreras' de la mejor versión de Trevor Ariza (21 puntos). El de Sant Boi estuvo en su línea, por encima de su promedio en la Liga regular. Anotó 20 puntos, nueve rebotes —sólo uno en ataque— y una asistencia.