Orlando (EE.UU.).- Con la llegada de la fase final, los equipos perdedores de la Conferencia Este se han rebelado contra los ganadores y los últimos en hacerlo han sido los Sixers de Filadelfia, que sorprendieron a los Magic de Orlando en el partido inaugural de la primera eliminatoria.
Si en la jornada del sábado, los Bulls de Chicago, séptimos clasificados, hacían historia con su triunfo en Boston ante los Celtics, segundos, hoy, domingo, les tocó el turno a los Sixers, sextos, que ganaron 98-100 a los Magic, terceros mejores en la temporada regular.
La figura del partido fue el escolta Andre Iguodala, que con 2,2 segundos para concluir el tiempo reglamentario, hizo un tiro en suspensión para anotar la canasta que decidió la victoria de su equipo y que le permitió ponerse con la ventaja de campo y 1-0 en la serie al mejor de siete.
El triunfo de los Sixers tiene doble valor porque lo consiguieron después de remontar una desventaja de 18 puntos, lo que deja más que cuestionada la labor defensiva del equipo de Orlando bajo la dirección del entrenador Stan Van Gundy.
Iguodala, con 20 puntos, ocho rebotes y ocho asistencias, fue sin discusión, no sólo el jugador decisivo, sino también la estrella de los Sixers, que ganaron por primera vez a los Magic en los cuatro partidos que ambos equipos han disputado en lo que va de temporada.
Además, el triunfo llegó en el momento más importante de la competición, mientras que los Magic vieron cómo el alero turco Hedo Turkoglu intentó y falló un triple cuando sonaba la bocina para el final del partido.
Los aficionados de los Magic, como sucedió la jornada anterior con los de los Celtics, no podían dar crédito a lo que veían y se fueron del campo envueltos en la frustración, que esperan superar cuando el próximo miércoles ambos equipos disputen el segundo partido de la serie, en el mismo escenario del Amway Arena.
Especialmente, después de haber visto cómo los Magic llegaron al cuarto período con 14 puntos de ventaja y no encontraron la manera de romper la efectividad del ataque de los Sixers que tuvieron un 73,7 por ciento de acierto en los tiros de campo, incluidos 5 de 7 triples.
El reserva Lou Williams aportó 18 puntos y el base Andre Miller logró 15 puntos con siete rebotes y siete asistencias para ser también un jugador decisivo en el triunfo de los Sixers.
Esta vez la gran labor individual del pívot Dwight Howard, que consiguió 31 puntos (11 de 13 tiros de campo) con 16 rebotes, sus mejores marcas en la fase final, no fueron suficientes para lograr la victoria que tanto necesitaba su equipo.
Pero los Magic, que llegaron a la fase final como el equipo de la NBA que más triples anotó durante la temporada regular, frente a los Sixers se quedaron con sólo 5 aciertos de 18 intentos.
Mientras que el escolta novato Courtney Lee aportó 18 puntos para tener también una buena actuación individual, que tampoco salvó la derrota de los Magic.
"Debemos analizar lo que pasó en el cuarto periodo y estar preparados para el segundo partido", comentó Van Gundy. "No es el momento de lamentarnos, sino de corregir los errores cometidos y llegar más preparados para el próximo partido".
De nuevo, el golfista estadounidense Tiger Woods estuvo presente en el campo para apoyar a los Magic, pero esta vez no les llevó suerte.
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