El GP de China, uno a uno: seis vencedores distintos

El Gran Premio chino se cuenta entre las excepciones de la categoría. Seis ediciones se han celebrado desde la primera en 2004, y todas ellas han acabado con un vencedor distinto: Rubens Barrichello (2004), Fernando Alonso (2005), Michael Schumacher (2006), Kimi Räikkönen (2007), Lewis Hamilton (2008) y, ahora, Sebastian Vettel.

1. Sebastian Vettel (Red Bull-Renault). Dos poles y dos triunfos adornan desde hoy el palmarés del alemán. Curiosamente, ambas victorias se registraron bajo condiciones similares, cosa que dice mucho de su habilidad pilotando bajo la lluvia. En China, el alemán ha ganado a lo Senna: dominando desde el principio, sin cometer un solo error, siendo regularmente el más rápido (aunque sin firmar, al final, el giro más veloz) y aniquilando a sus rivales con un adelantamiento cuando era necesario (en este caso, a Jenson Button). No hace falta ser muy agudo para hablar de él como futuro campeón mundial.
2. Mark Webber (Red Bull-Renault). El segundo puesto del australiano es un premio al enorme sacrificio demostrado durante la pretemporada. Webber se perdió toda la pretemporada por una lesión en la pierna y se encontró con un coche que nada tenía que ver con el Red Bull del año pasado, tanto en lo negativo como en lo positivo. La llegada de Vettel al equipo ha estimulado su competitividad.
3. Jenson Button (Brawn GP-Mercedes). La legalidad de los dobles difusores no ha llegado acompañada de un tercer triunfo consecutivo. En esta carrera, la sobrecarga aerodinámica del BGP001 en relación a sus competidores no fue suficiente para mantener los neumáticos a temperatura. Gran carrera la suya… Claro que, si se hubiera cambiado el coche con Vettel, probablemente habría ganado una posición.
4. Rubens Barrichello (Brawn GP-Mercedes). El brasileño sigue un paso más atrás de Button. En China rodó durante casi toda la carrera en tierra de nadie, y su único premio fue la vuelta rápida. Una isla en el desierto. Echamos de menos a Bruno Senna.
5. Heikki Kovalainen (McLaren-Mercedes). Primera carrera acabada por el finés, que no había completado más que cinco kilómetros en carrera durante la presente temporada. Su actuación en China estuvo bien apoyada estratégicamente, y recibió el premio inesperado de la quinta plaza, que Hamilton tenía en el bolsillo antes de cometer su segundo y definitivo error de pilotaje. McLaren ya es el mejor equipo oficial en concurso, aunque no lo podamos deducir (todavía) de su casillero de puntos.
6. Lewis Hamilton (McLaren-Mercedes). El inglés ha firmado una de sus peores actuaciones en la categoría reina. Dos trompos, muchos nervios y una permanente sensación de inseguridad e inconstancia crono en mano. Hamilton necesitará abstraerse más del ambiente que le rodea. Si fuera del Barça, diríamos que 'el entorno' está mermando su rendimiento.
7. Timo Glock (Toyota). El gafe sigue instalado ahí. Toyota ya es el único equipo, junto a Force India, que todavía no ha ganado un GP de F-1. Pero lo que es peor, cuando los monoplazas japoneses parecía que seguían la senda correcta, van Red Bull, McLaren y Renault y les da por mejorar. Próxima estación, Bahréin, el circuito donde Glock y Trulli han desarrollado la mayor parte de entrenamientos de invierno. Allí serán los principales favoritos al triunfo.
8. Sébastien Buemi (Toro Rosso-Ferrari). Segunda lección del joven yogurín a Sébastien Bourdais. El suizo fue constante como los mejores y sólo un error en pista acabó apartándole de una merecida quinta posición. En cualquier caso, ya suma tres puntos en la clasificación y está por delante de… Räikkönen y Massa, entre otros.

Mereció más:

Adrian Sutil (abandono): se repite la historia. El pasado año, en Mónaco, tenía la cuarta plaza al alcance de la mano, pero Räikkönen tenía prisa por tomar unas cañas con sus amigos en su yate, y se lo llevó por delante en la chicane. Hoy ha sido él solito el que ha arruinado la segunda posibilidad real de ver a un Force India entre los ocho mejores. Dar gas antes de hora sobre una zona con mucho agua es lo que tiene… En cualquier caso, sigue siendo una pena.

Los demás:

Fernando Alonso (9º) figuraba en todas las quinielas para entrar en la zona de puntos, pero un error en la vuelta 37 acabó con sus opciones. El español se mostraba impotente y algo desesperado ante los medios, pero en China se han visto indicios de luz al final del túnel. El nuevo difusor trasero, estrenado ayer, impulsó al R29 hasta la segunda plaza de parrilla (ayudado, eso sí, por la menor carga de gasolina entre los diez primeros). En Sakhir comprobaremos cuánto mejor es el monoplaza modificado respecto a la versión estrenada en Australia.

Su compañero Piquet, en cambio, siguió a lo suyo: errando y acelerando su despido del equipo. En China se quejó desde el viernes del trato preferencial a Alonso, pero no acompañó sus palabras de ningún argumento que apoyara su tesis. Junto a Piquet, la decepción del fin de semana fueron los BMW y Ferrari. La Scuderia ya lleva tres carreras sin puntuar, lo que coloca a 2009 como el peor inicio de mundial de su historia. Pero hay algo peor: el F60 sigue dando fallos mecánicos que ni siquiera la eliminación del KERS ha conseguido eliminar. ¿Consecuencia? Ferrari ocupa la última posición en el campeonato de constructores, por detrás de los Force India.

En cuanto a BMW, el equipo que dirige Mario Theissen sigue perdido en el marasmo de evoluciones aerodinámicas que deberán acometer para acercarse a la competencia. Quizá el error de Mario Theissen haya sido centrar sus iras contra Brawn GP, cuando su nivel real está lejos… de Red Bull, Renault, McLaren…

Los apuntes

Ahora que legalizan los dobles difusores… gana un coche con un extractor convencional. Que esto no os lleve a engaño, esta carrera la ganó la superior tracción de los Red Bull pero, sobre todo, las manos de un fuera de serie acompañado de un piloto extraordinario. Sobre seco y mojado, hoy en día, los coches diseñados por Ross Brawn deberían aplastar a la competencia. En Sakhir, si no llueve, lo volveremos a ver.

La realización televisiva de la FIA sigue en caída libre. El realizador saltaba de un duelo a otro logrando algo que puede parecer imposible, perderse algunas maniobras clave. Ya se sabe, los recortes de costes (y personal) en la FOM, la empresa que regula los derechos del mundial, no se han traducido en un trabajo mejor.

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