Hoy era el día sin Tuenti. Más de 360.000 personas se habían comprometido a no entrar durante toda la jornada en la joven red social española en protesta por sus condiciones de uso. Pero llegado el momento, la rebelión aparecía sofocada: Tuenti funcionaba hoy como cualquier día... con la diferencia de que no quedaba ni rastro del multitudinario evento que ha servido para organizar la revuelta y tampoco del perfil de su creadora, Sara. "No quiero saber nada de la huelga, es lo último que me importa", nos dice esta joven vallisoletana de 22 años tan combativa hace tan sólo unas semanas.
Su cambio de actitud es perfectamente comprensible: hace una semana, alguien robó su cuenta de correo electrónico e intentó hacer lo mismo con su usuario de Tuenti. Su novio también fue víctima de suplantación de identidad, y su Tuenti, Facebook y dos cuentas de email pasaron a manos de otra persona. Ella, asustada, eliminó su perfil de Tuenti, por lo que el evento huelguista que había creado también desapareció de la red. Adiós a la rebelión.
"He tenido que cambiar de email y de Facebook, y mi novio también", explica la opositora de magisterio. "Es una pena, pero al retirarme se ha borrado el evento. Pero esto demuestra lo fácil que es piratear a alguien", afirma en relación al origen de su protesta, que tenía que ver con la pérdida de derechos y la cesión de información personal a las empresas de internet. Se reconoce "escarmentada", sin ganas de volver a comenzar ninguna otra protesta similar. Aún en estos momentos, el usuario en Tuenti de su pareja pertenece al usurpador, que ha utilizado su identidad virtual "para dejar etiquetas absurdas e insultar".
La promotora de la huelga cree que su atacante puede ser alguien que consiguió sus datos a través del grupo huelguista. "La gente es muy hostil"— explica— y me llegaron a dejar comentarios muy feos. Recibí insultos personales muy fuertes". El suplantador es insistente. Cuando ella conseguía recuperar su correo electrónico, él volvía a acceder a él hasta cuatro veces, cambiando sus preguntas de seguridad y sus otros mails de contacto. En el caso de su novio, el acoso "llegó a un punto en el que él lo perdió todo, todas sus cuentas".
Preguntados sobre lo ocurrido, las fuentes de Tuenti consultadas afirman desconocer las causas de la desaparición de la convocatoria de huelga, aunque acaban admitiendo estar al tanto del abandono de la promotora y la suplantación de identidad de su pareja, además de trabajando en su restitución. En estas ocasiones, afirman, el problema suele ser originado por una sesión abierta en un ordenador compartido, como los utilizados en la universidad.
Sea cual sea la causa, la primera gran revuelta virtual sobre la privacidad de las redes sociales españolas ha quedado neutralizada de forma también virtual. Tuenti, esta vez, ha tenido suerte. Sara, de momento, prefiere olvidar el mal rato y seguir concentrada en sus cercanas oposiciones.
Para saber más:
Sobre suplantación de identidad en internet:
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