Una guionista en la corte del rey Zapatero

En cuanto a la designación de Ángelez González-Sinde como ministra de Cultura, vaya por delante que aquí vamos a hablar de la parte de la Cultura que se refiere al cine y no quiere decir que las demás áreas no sean importantes. De antemano, también debemos decir que, dentro de lo audiovisual, se va a indagar en lo relacionado con los guionistas. Porque sí, porque es lo que ha sido ella toda su vida, guionista antes que directora. No ha sido la primera de la democracia ya que otro del gremio, Jorge Semprún, ya fue ministro de Cultura. Pero era otra época.

No existía internet ni el top manta. Tampoco una crisis económica amenazaba con poner en peligro más del 50% de las producciones cinematográficas. No había descendido la taquilla del cine español hasta valores de antaño. Ni existía facebook ni nadie podía crear un grupo cibernético en tu contra. Ni, por supuesto, a ninguno se le habría ocurrido llamarla Ángeles González Sindescargas porque nadie entendería esa acepción de la palabra descarga. Por eso, el nombramiento es polémico, porque sus últimas declaraciones conocidas presentaban un panorama apocalíptico para el sector, un enemigo común: ¡INTERNÉEEE! Y porque ahora tenemos a unos internautas cabreados que piensan que les van a subir el canon, les van a cobrar por mirar los carteles de cine de las paradas de los autobuses, y les van a cortar las descargas P2P (¿por qué estas siglas suenan tan mal si las lees seguidas y por qué se parecen tanto a ZP, con las que no se llevan bien?). El tema, de por sí, es peliagudo, y sé que a partir de ahora este texto va a ser aún más polémico que la propia designación de Sindescargas.

¿Qué esperamos los del gremio de la ministra guionista?

Pues, fundamentalmente esperamos que se acuerde de lo que es y de dónde viene. Que en algún momento salga a la luz que fue fundadora de ALMA, el sindicato de guionistas más famoso de España, pero no por ello más incisivo. Lleva años luchando por unos derechos que a los guionistas se les niegan constantemente. Que tenga presente que, ya siendo directora de la Academia, se firmó una Ley del Cine que no solamente ha puesto de morros a los productores, que acusan al Gobierno socialista de su no ejecución, sino que, además, ya de base, la ley dejaba a los guionistas de lado, dejándonos, qué generosos, sentarnos a la mesa con voz pero SIN voto. Queremos, también, que se acuerde de los guionistas americanos, de lo que hicieron hace algo más de año y medio, por lo que lucharon y lo que consiguieron. Y que tenga presente que aquí aún estamos a años luz de aquellos escritores. En talento, sobre todo, pensarán algunos, pero también en derechos y en condiciones laborales. Que se paguen todos los guiones, no sólo los que a los productores les parece. Que se luche por los derechos de autor de la venta de DVD y de descargas de internet con publicidad, ingresos que por ahora se embolsan las cadenas y las productoras, pero de las que no llega nada al autor.

Vistas las declaraciones, algunos pensarán que Ángeles González-Sinde era la que más pillaba de la SGAE. Craso error. La ministra ha sido miembro de la junta directiva de DAMA, entidad que gestiona los derechos de autor de los medios audiovisuales, que se enfrentó a la SGAE por las presuntas prácticas mafiosas de ésta.

La ministra sindescargas debe asumir las descargas gratuitas de internet con naturalidad, porque la evolución así lo ha querido, pero una cosa que dijo sí que es cierta, aunque a los amigos del grupo del facebook en su contra les duela. No puede ser que los únicos beneficiarios económicos de los contenidos audiovisuales de internet sean las compañías suministradoras de las conexiones. Algo hay que hacer. ¿Un canon para Telefónica, Jazztel, Orange, Ya.com, etcéterá? Esto revertería en los propios usuarios. Difícil momento para ser ministra de Cultura siendo guionista. ¿Quién será capaz de encontrar la fórmula mágica?

Esperamos que, con su gestión, aparque parte de sus declaraciones en la pasada gala de los Goya y emplee su creatividad, la de películas como ’Una palabra tuya’ o ‘La buena estrella’, dejando de lado la de ‘Heroína’ o ‘Mentiras y gordas’. Que se noten sus inicios en televisión en series como ‘Cuéntame como pasó’ o ‘Turno de oficio’. Que su imaginación encuentre la fórmula mágica de la convivencia con las descargas P2P y los derechos de autor. Que gane el cine y aparezcan buenas historias que contar. Que las subvenciones se repartan con criterios objetivos, no por amiguismo o por nombre. Ahora, lo que tienen los cargos políticos es que se reciben presiones de todos lados y sectores y al final siempre se cede hacia los que tienen más dinero. En este caso, los productores y Telefónica. ¿Nos sorprenderá la gestión de la ministra?

* Luis Murillo Arias es periodista y guionista de televisión.