De sobra conocido en el mundo del marketing on line, rey de la autopromoción, Seth Godin figura entre quienes más han aportado al conocimiento de que hemos pasado de los medios de comunicación 'one to many' a los medios 'many to many'.
Acaba de publicar un libro sobre las tribus de hoy: Tribes: We Need You to Lead Us.
Maneja dos ideas muy simples: las organizaciones de hoy se parecen a las tribus; de nosotros depende crearlas y darles vida. Acertadas.
Sin embargo, hay dos cosas que no me han gustado: se trata de una mera yuxtaposición de posts plagada de citas y referencias más o menos claras que no guardan la menor relación entre sí (y se trata de un libro), sin la más mínima nota (más grave aún). Que carezca de estructura no es tan grave como que apenas dé cuenta de las aportaciones ajenas…
Pero no seamos mezquinos. Godin ha leído mucho y capta lo esencial. No le falta razón cuando señala que "las nuevas tecnologías han sido concebidas para poner en contacto a las tribus y ampliar su obra" gracias fundamentalmente a la reducción de los costes de transacción y comunicación, que nos permiten "organizarnos sin organización", como puso de manifiesto con toda claridad Clay Shirky (véase este post).
Fiel a la moda tribu, lo que le interesa realmente a Godin es la vieja noción de "leadership", "el arte de facilitar a la gente una plataforma donde poder difundir las ideas que funcionan (ideas that work)".
El carácter novedoso del fenómeno reside en que las tribus no tienen jefes, se agrupan en torno a líderes cuya fuerza descansa sobre la historia que cuentan, sobre las ideas que difunden y las conexiones que son capaces de establecer.
Actualmente, Obama, en tanto que "jefe", ha empezado por aglutinar a una tribu en torno a su noción de "hope" para transformarla acto seguido en movimiento.
Cojo y no tan honesto como sería deseable, el libro de Godin no deja de ser útil. Quedó claro cuando lo presentó en la conferencia TED de principios de febrero. Dirigiéndose principalmente a los empresarios sociales (que quieren ganar dinero y cambiar el mundo al mismo tiempo), explicó que no son las fábricas ni el dinero lo que transforma el mundo hoy día, sino "las tribus".
Invocando una especie de "culto a la herejía" que tiene toda la gracia (incluso cuando añade que hay tantos hoy día que "llevarlos a la hoguera no sería eficaz que digamos", ha espetado al auditorio "¿qué os molesta hoy día?".
En lugar de invitarnos a definirnos a partir de aquello en contra lo que no nos revelamos, nos incita a hacerlo en función de lo aquéllos a quienes molestamos. En ambos casos se trata de cambiar algo. En el segundo caso, no obstante, vislumbro mejor el camino hacia la creatividad.
Y, ¿entonces? Tribus y líderes, ¿os sugiere algo?
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