El traje nuevo del emperador

MADRID.-  El presidente de la Generalitat Valenciana se ha dado un baño de multitudes de lujo gracias al foro de ABC este mediodía. El presidente de Bancaja o el de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, han alabado su integridad desde el estrado. Ana Botella, quien se despedía después de Ricardo Costa con un "ánimo de los dos" —refiriéndose, quizá, a Aznar—, Fefé (el empresario Fernándo Fernández Tapias), Gallardón, Esperanza Aguirre, Soraya Sáenz de Santamaría, Mª Dolores de Cospedal, Pío García Escudero, Jorge Moragas, José Luis Ayllón, José María Lasalle eran algunas de las caras que se distinguían entre los asistentes. Hasta Isabel Tocino con su pinza recogiendo su pelo a lo Pantoja, o el ex ministro Eduardo Serra, cabeceando sin llegar al nivel profesional de Fraga —al que lo difícil es verle con los ojos abiertos— han querido alinearse con el líder valenciano. "Es normal que estemos aquí —explicaba un diputado—, primero porque es un dirigente importante, con peso, y segundo porque está pasando por un momento delicado". Y así, Camps empeñado en desglosar un interminable y soporífero discurso económico-político-histórico, mientras en las mesas se podían escuchar comentarios sobre su atuendo.

—Camps: "En el Gobierno de España no se genera confianza en estos momentos difíciles"

— Comensal viperino: "¿De qué marca será el traje?"

—Camps: "Durante los ocho años de Gobierno del PP se vivió la mejor época de la historia"

— Comensal viperino 2: "¿Habrá cambiado de sastre?"

—Camps: "En la Comunidad Valenciana queremos ser un referente de lo mejor de España"

—Comensal viperino 3: "Lo que es incomprensible es que no enseñe las facturas de compra de esos trajes"

Camps no podía ignorar el marrón de sus trajes que investiga Garzón —y que ya está en manos del Tribunal Superior de Justicia de Valencia—. Según el magistrado, al presidente de la Generalitat, así como al secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, y a otros dos cargos regionales, les regalaron trajes, al parecer, a cambio de concesiones públicas. Las facturas que demuestren que la ropa la pagaron de su bolsillo no han aparecido, pero Camps ha reiterado hoy: "Claro que yo me pago mis trajes".

Algunos de los numerosos compañeros de partido que le han dado calor este mediodía en el acto —que según los organizadores estaba previsto desde el 7 de enero— bromeaban con el asunto de los trajes al ser preguntados por sus sastres de cabecera. "A mí me regalan todos, ¿cómo me los voy a comprar?", aseguraba irónico una de sus señorías de la bancada 'popular' del Congreso. Ya más en serio, confesaba que aunque Camps es un dirigente importante "que siempre atrae la atención", hoy había que "estar con los que lo pasan mal". Estaba claro que el traje gris marengo, con camisa blanca y corbata ancha que vestía el president era más comentado que el vestido color crema de Rita Barberá, el blusón de seda verde de Sáenz de Santamaría o el estampado primaveral de Esperanza Aguirre.

Una comisión breve pero "muy esclarecedora"

La presidenta de la Comunidad de Madrid también se ha ganado su minuto de atención periodística durante el encuentro. Su decisión de dar carpetazo a la 'comisión exprés' de investigación del supuesto espionaje interno en el PP era tema de debate entre los 'populares'. Mientras que la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, aseguraba a soitu.es que "hasta que no se conozcan las conclusiones de la Asamblea, no nos plantearemos si retomamos la investigación interna", el hombre de confianza de Aguirre, Ignacio González, afirmaba que en su opinión personal "se ha avanzado mucho en estos días y todo parece que las cosas están bastante claras".

Otros preferían guardar silencio. Manuel Cobo, 'número dos' de Gallardón en el Ayuntamiento y uno de los supuestamente espiados, declinaba contestar a cualquier pregunta sobre por qué no ha sido citado por la comisión de la Asamblea madrileña, que mañana, con la comparecencia de Granados, concluirá sus trabajos sobre este asunto tan sólo una semana después de iniciarlos.

Otros protagonistas del almuerzo-coloquio han sido los más de cien trabajadores del diario madrileño que organizaba el acto y que, apostados en la puerta del Casino de Madrid, han amenizado la comida y la conferencia con gritos del estilo: "¡Ahí está la cueva de Alí Babá!" o "Esta comida la pagamos nosotros". Eran afectados por el ERE que anunció la semana pasada ABC y que afecta a 238 trabajadores —la mitad de la plantilla—. Es la consecuencia más real de la crisis, esa de la que Camps quería hablar mientras al resto le interesaba más si le había vestido Milano, Forever Young o un sastre nuevo.