Naciones Unidas.- La ONU celebró hoy el Día Internacional de la Mujer con un llamamiento a combatir la discriminación y a abominar la violencia de género, que en algunos países afecta a una de cada tres mujeres.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, reiteró el compromiso del organismo con la meta de erradicar del planeta las agresiones contra la mujer.
"La violencia de género es un ataque contra todos nosotros, contra los cimientos de nuestra civilización", afirmó en un discurso durante el acto en la sede de Naciones Unidas con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo.
Ban resaltó que las mujeres son "las que dan a luz y cuidan de nuestros hijos y, en muchos lugares del mundo, son las que siembran los cultivos que nos alimentan".
Las agresiones que sufren las mujeres son una "abominación" que se contradice con el significado de la Carta de Naciones Unidas, resaltó.
Recordó que la ONU inició el año pasado la campaña global "Unidos para poner fin a la violencia contra la mujer" que tiene como meta erradicar este tipo de agresiones para 2015, el mismo año en que se deberían alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
Según estadísticas del organismo mundial, una de cada cinco mujeres ha sufrido una violación o un intento de violación, mientras que en algunos países una de cada tres mujeres ha sido maltratada.
Ante esta realidad, el secretario general de la ONU hizo hincapié en que los hombres tienen el deber de movilizarse para erradicar esas prácticas que perpetúan la pobreza y deterioran la salud de toda la sociedad.
"La violencia de género no puede ser tolerada en ninguna de sus expresiones, bajo ningún contexto o circunstancia, ni por líderes políticos o Gobiernos", afirmó.
Para poder medir el avance hacia ese objetivo, la ONU inauguró una base de datos en la que se registrarán las medidas adoptadas por los 192 países miembros de la ONU para combatir las agresiones contra la mujer.
La directora del Fondo de Naciones Unidas para el Desarrollo de la Mujer (UNIFEM), Inés Alberdi, recordó en un mensaje institucional que la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW), adoptada en 1979, ya reconoció la discriminación por razón de género como la raíz de la violencia contra las mujeres.
En consecuencia, la comunidad internacional acordó en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos de 1993 reconocer que los derechos de las mujeres son derechos humanos, y que la violencia en contra de las mujeres constituye un abuso de estos derechos, dijo.
Resaltó que 185 Estados han ratificado la CEDAW, y 90 han ratificado su Protocolo Facultativo, que proporciona a individuos y grupos de mujeres el derecho de presentar directamente a la Comisión quejas relacionadas con violaciones a sus derechos.
En ese sentido, en al menos 89 países existe alguna provisión legislativa dirigida a abordar la violencia domestica, y la violación es ahora un crimen en casi todo el mundo.
"En la mitad del camino para alcanzar el año 2015, el momento se está forjando", consideró.
Alberdi recalcó que "la meta por la cual las mujeres marcharon hace ya más de un siglo por una vida libre de pobreza y violencia se ha extendido a países de todo el mundo".
"En todas partes la gente cree que la vida de los hombres y las mujeres puede ser diferente, y los Gobiernos tienen la obligación fundamental de respetar, proteger, cumplir y hacer cumplir los derechos humanos", agregó.
UNIFEM aprovechó los actos de esta jornada para llamar la atención sobre la situación de la población femenina en Afganistán, en el que ocho años después de la caída del régimen de los talibanes sigue siendo uno de los lugares donde ser mujer resulta más peligroso.
La responsable de UNIFEM en Kabul, Wenny Kusuma, señaló que a medida que el conflicto con los insurgentes talibanes se ha ido recrudeciendo, se ha producido un aumento de la tolerancia social a la violencia de género.
En consecuencia, se han multiplicado los asesinatos de mujeres, los maltratos y los ataques con ácido.
Según la ONU, un 87 por ciento de las mujeres afganas han sido víctimas de alguna forma de maltrato, las mujeres en ese país tienen el ingreso per cápita más bajo del planeta y su expectativa de vida es de 44 años.
Además, un 57 por ciento contrae matrimonio antes de los dieciséis años y el índice de mortalidad maternal es el segundo del mundo.
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