Y al tercer día resucitó

Fue crucificado, muerto y sepultado. Pero, ¡sorpresa!, Rajoy ha resucitado en Galicia con Nuñez Feijoo, impulsado también por su otro discípulo, Basagoiti, en Euskadi. Su equipo alucina porque al nuevo mesías ahora resulta que hasta Judas le apoya. El PP suena a fiesta por todo lo alto. Ya les tocaba.

"Ha sido una victoria hermosa y la campaña más bonita". Sólo faltaban violines y el trinar de unos lindos pajarillos. Rajoy, a las 13 horas de esta mañana, flotaba en la sede del PP en Santiago de Compostela mientras revalidaba su título avalado por las urnas. No es para menos. El líder, al que una furibunda oposición interna le tenía sentenciado desde el Congreso de Valencia, ha superado con sobresaliente el examen. En Madrid, a la misma hora, la celebración se escuchaba desde el teléfono. A José María Lassalle, diputado al que Rajoy confía sus intervenciones más importantes y por lo tanto, influyente, la alegría no le impide analizar la que "ha sido una gran victoria de Mariano, de lo que representa su proyecto. Nuñez Feijoo es uno de sus hombres de confianza, que se ha identificado con Rajoy desde el primer momento, sin dudas. Y Basagoiti ha resultado un candidato excelente que ha sabido transmitir un estilo nuevo y que va a jugar un papel importante".

El milagro ha sido tan potente que medios como El Mundo y la Cope, "que desde que Rajoy perdió las elecciones de marzo de 2008 no han dejado de echar tierra encima, ahora resulta que le apoyaban cuando el mismo viernes estaban pidiendo el voto para UPD (Unión Progreso y Democracia), el partido de Rosa Díez", recuerda otro diputado popular. La ausencia de Esperanza Aguirre, que no se pierde un sarao popular aunque no esté invitada, no ha pasado por alto. Rajoy se siente absolutamente legitimado para tomar decisiones internas "dolorosas". En el círculo cercano al presidente no ocultan que "es evidente que los resultados respaldan el liderazgo y eso tiene una lectura: el partido tendrá que ir afrontando esas situaciones de crisis y se verá obligado a actuar".

Por lo pronto, los votantes populares no pierden la ocasión que les brinda la red para mandar mensajes a la dirección. En el muro de Facebook de José Luis Ayllón, un afín escribía: "Mucho ánimo, fuerza, sensatez, honradez, sentido común y soluciones a la hora de gobernar. Aquí estamos para lo que haga falta". Otro simpatizante apunta: "en días como hoy ese orgullo se multiplica y se convierte en algo más. Ahora a por las europeas!!!". Incluso hay espacio para la reflexión: "puede haber días malos que parezca que uno no consigue nada, pero al final se logran los objetivos. La clave en Galicia: la moderación y la renovación. El reto en Euskadi: explicar bien el proyecto popular y ganar la batalla de la comunicación a quienes intentan confundir y confundirnos". La mano derecha de Soraya Sáenz de Santamaría en el Congreso se puso anoche mismo a contestar a todos porque sabe que internet es el caldo de cultivo ideal para aglutinar a quienes comparten una misma visión.

Y es que en el PP les ha quedado claro que tienen que ganarse los votos uno a uno. Rajoy es lo que se ha dedicado a hacer en Galicia durante la campaña. "Ha visitado aldeas tan perdidas, que ningún político había pasado nunca por allí. La caravana ha recorrido caminos tan difíciles que muchas veces, todos iban mareados de la interminable sucesión de curvas", comentan en el PP. Es el modelo puerta a puerta de Fraga, el trato en vivo y en directo. Justo el punto en el que más pinchaba Nuñez Feijoo, al que le faltaba credibilidad y autenticidad cuando estrechaba la mano de la gente. Y eso que él ha intentado resultar de andar por casa sin renunciar al sexappeal.

Rajoy ya sabe lo importante que es dejarse tocar por las masas. Anoche, embriagado por la victoria se echó a la calle en Génova, a las puertas de la sede nacional. Lo jamás visto. Una especie de dejad que los votantes se acerquen a mí. Mariano asumiendo su papel de resucitado. Cuanto mayor sea el juego que reparten los partidos, más interesante resultará el panorama político, demasiado silenciado por la crisis económica. "Queda claro que hay que luchar duro para lograr los objetivos y que hay que hacerlo desde la unidad. Cuando el partido ha cerrado filas y ha sido fiel al programa que salió del Congreso de Valencia, se gana. Es evidente que hay que hacer oídos sordos a lo que se nos dice desde fuera", concluye Lasalle.