Oviedo.- El Grupo Capio ha explicado hoy que el hecho de que la gerente del Servicio de Salud del Principado (SESPA), Elena Arias, aparezca como apoderada del mismo es atribuible a un "error".
El Grupo Capio sale asía al paso de las denuncias del PP en este sentido, ya que la diputada de este grupo parlamentario Alejandra Cuétara ha manifestado hoy que el Registro Mercantil "niega y contradice" las afirmaciones realizadas por Elena Arias sobre los poderes mancomunados que le unen a algunas empresas del grupo Capio, dedicadas a la sanidad privada.
Cuétara, acompañado por el también diputado regional del PP Carlos Galcerán, ha exigido esta mañana al presidente del Gobierno regional, Vicente Álvarez Areces, que "depure responsabilidades, salvo que tenga interés en mantener esta situación".
En su comparecencia, la parlamentaria popular ha planteado la pregunta de por qué no se revocó inmediatamente su cese como apoderada del Grupo Capio coincidiendo con su incorporación a la Administración del Principado, que recoge el BOPA del 26 de setiembre de 2007.
En relación con estas denuncias, el Grupo Capio Sanidad ha hecho público un comunicado en el que puntualiza que Elena Arias fue directora de Recursos Humanos del Grupo Sanitario IDC (ahora Capio Sanidad) desde el año 2001 hasta el año 2007, y que causó baja en la empresa por voluntad propia en octubre de ese año, fecha desde la que no mantiene "ninguna relación profesional o de otro tipo" con la empresa.
También aclara que durante su etapa profesional en el Grupo Capio Arias no tuvo ningún tipo de interés económico en la sociedad (acciones, participaciones o similar)
Además, precisa que, como responsable del Departamento de Recursos Humanos, Arias tuvo un apoderamiento específico, que le permitía actuar en nombre de la empresa únicamente en las áreas de su cometido de responsable.
Estos apoderamientos, explica la empresa, son multipersonales, multidisciplinares, y mancomunados lo que implica que Arias no tenía capacidad para representar por si sola a la empresa sino que debía hacerlo junto con el respaldo de, al menos, otro apoderado.
El Grupo Capio afirma que revisa este tipo de apoderamientos a título general y no a título particular cada cierto tiempo por lo que es probable que Elena Arias siguiera siendo apoderada de la empresa después de haber abandonado la misma.
Esto es debido a que el apoderamiento dependía de una vinculación laboral con la compañía y, en consecuencia, una vez que esta quedó extinguida, carece de todo valor.
"El que Elena Arias siguiera apareciendo como apoderada del Grupo Capio, o fuera nombrada de nuevo apoderada de alguna de sus empresas cuando ya ocupaba su actual cargo de gerente del SESPA se debe únicamente a un error material que, la propia interesada no tiene por qué conocer y que, en ningún caso, es atribuible a ella", concluye la aclaración.
Por su parte, Arias ha reiterado hoy que extinguió todas sus relaciones con el Grupo Capio en octubre de 2007, cuando regresó a Asturias para trabajar en el SESPA.
Por medio de un comunicado, Arias subraya que desde octubre de 2007 no ha mantenido ningún tipo de relación profesional o vínculo laboral o mercantil de ningún tipo con la citada compañía.
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