Bogotá.- Los derechos del corresponsal de Radio Francia Internacional (RFI) en Colombia, Hollman Morris, le fueron respetados por los militares que lo requisaron cuando regresaba de la misión de entrega de cuatro secuestrados por la guerrilla de las FARC, dijo hoy el vicepresidente colombiano, Francisco Santos.
El alto cargo admitió que Morris "fue sometido a un control militar" en La Unión Peneya (departamento del Caquetá, suroeste), pero insistió en que las tropas le respetaron su integridad, además de sus derechos.
"El comandante de la base militar le ofreció, de manera preventiva, protección, lo que fue rechazado por el señor Morris", agregó Santos en un comunicado divulgado por su despacho en Bogotá, horas después de que los superiores del periodista colombiano en París se declararan preocupados por su suerte.
En una llamada telefónica desde La Unión Peneya, caserío en la localidad sureña de Cartagena del Chairá, Morris advirtió hoy a la sede central de RFI que había sido retenido y que "temía por su seguridad", dijo en París el director del servicio en español de esta radio, Alejandro Valente.
El periodista regresaba de algún lugar de las selvas del departamento del Caquetá en el que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) entregaron a tres policías y un soldado que mantenían secuestrados desde 2007.
El soldado William Giovanny Domínguez Castro y los policías Walter José Lozano Guarnizo, Alexis Torres Zapata y Juan Fernando Galicia Uribe fueron liberados en una operación coordinada por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que la realizó con el apoyo logístico de Brasil, que facilitó dos helicópteros.
En la nota, Santos observó que Morris "cuenta con medidas cautelares solicitadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos".
Sin embargo, dijo que "a pesar de alegar riesgo extraordinario para su vida, se sometió a riesgo extremo, sin informar al Estado, del cual demanda protección".
El vicepresidente sostuvo que su Gobierno ha sido informado de que Morris sorprendió con su presencia en el lugar al CICR y a la senadora Piedad Córdoba, cabeza de la misión humanitaria, y que pretendió que fuera regresado en el helicóptero que transportó a los liberados.
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