Todos los problemas del presidente
Por CRISTINA F. PEREDA (SOITU.ES)
Actualizado 03-02-2009 21:58 CET
WASHINGTON, D.C.- La segunda semana de la presidencia de Obama ha comenzado con varios contratiempos. Mientras los republicanos se frotan las manos esperando la votación en el Senado del plan de rescate propuesto por Obama (y que ya rechazaron de forma unánime en el Congreso), dos personas más han abandonado el barco del presidente. A Obama se le resiste el cambio.
- Tanto los medios de comunicación como el partido republicano criticaron la elección de Tom Daschle para el departamento de servicios de salud. Y hoy, Daschle ha presentado su dimisión. Su renuncia llega el mismo día que el New York Times pide expresamente su dimisión y no sólo por sus problemas de impuestos. Daschle debía más de 120.000 dólares y había cobrado grandes cantidades de empresas de seguros médicos, algo que, para muchos, no encaja con una reforma del sistema sanitario.
- Nancy Killefer, nominada por Obama como supervisora del presupuesto, también ha anunciado hoy que rechazar el cargo. Aunque sus problemas con los impuestos no son tan abultados como los de Daschle (debe unos 900 dólares), ha considerado que podrían convertirse en una distracción durante su mandato y que era mejor abandonar su candidatura.
- El primer contratiempo de este estilo llegó sin embargo antes de la investidura del presidente. El 4 de Enero Bill Richardson renunciaba a su puesto como secretario de Comercio por una investigación todavía pendiente sobre determinados negocios en su estado, Nuevo México.
- El primer gesto de cambio de Obama fue la orden de iniciar el proceso para cerrar Guantánamo en el plazo de un año. Parte de ese proceso consiste en poner un alto a los juicios ya iniciados. Sin embargo, Obama también ha empezado a encontrar problemas en este ámbito: uno de los jueces militares se ha negado a parar el juicio a un supuesto miembro de Al-Qaeda.
- La prensa tampoco se lo está poniendo fácil a Obama. Durante su primer día de trabajo en la Casa Blanca, el presidente bajó a saludar a los periodistas que se encontraban en la sala de prensa. Tras intercambiar varios saludos, algunos reporteros empezaron a hacerle preguntas, borrando en un instante la sonrisa de la cara a Obama. "Esto es lo que pasa, vengo a saludar y acabais friéndome a preguntas", contestó Obama.
- El primer día también fue complicado para el resto de los empleados de la Casa Blanca. El Washington Post detallaba las dificultades de muchos para conectarse a internet, ordenadores anticuados, etc. Los problemas no han quedado ahí y la web oficial de la Casa Blanca sigue sufriendo a la hora de publicar actualizaciones. Muchos se preguntan ya si Obama podrá cumplir su promesa de publicar actas de reuniones y propuestas de forma inmediata para que las consulten los ciudadanos.
- Si el hecho de mantener su Blackberry pudo ser durante unos días un triunfo para Obama, no han tardado en surgir problemas en torno a esta decisión. El teléfono del presidente podría ser censurado dentro del despacho Oval, por ejemplo, por motivos de seguridad y sólo apto para comunicarse con determinadas personas.
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