Santa Cruz de Tenerife.- El catedrático de Psicopatología de la Universidad de Oviedo, Serafín Lemos, afirmó en una entrevista a Efe que la detección precoz de la esquizofrenia permite que el paciente pueda llevar una vida normalizada, y defendió el tratamiento psicosocial para tratar este tipo de psicosis que afecta al uno por ciento de la población.
Lemos, que desde 2000 desarrolla en el Servicio de Salud de Cantabria un programa de prevención de la psicosis, indicó que la esquizofrenia es una de las formas clínicas de la psicosis más prevalente, y tiene, como una de sus características, que los primeros brotes suelen aparecen en edad adolescente.
Insistió en la necesidad de anticiparse en el diagnóstico de la enfermedad, ya que existe una clara relación entre el momento en el que se diagnostica y su pronóstico, que siempre, dijo, será "más sombrío" si se hace con tardanza.
Serafín Lemos señaló que si la detección es precoz el paciente puede tener una vida normalizada.
El especialista, que está en Tenerife para participar en un ciclo formativo organizado por la Asociación Canaria de Neuropsiquiatría, indicó que la enfermedad no aparece de la noche a la mañana, ya que el paciente comienza a tener una serie de síntomas como interpretar el mundo de forma irracional o tener ideas que se pueden considerar absurdas.
Este proceso puede durar entre uno o dos años, por lo que cuando el paciente llega a los servicios sanitarios la enfermedad ya está en fase avanzada.
El especialista indicó que el abordaje de la enfermedad suele ser farmacológico, pero señaló que el 75 por ciento de los pacientes toma la medicación de forma errática y aunque la tome correctamente en un plazo de cinco años suele haber una recaída.
Por ello Serafín Lemos consideró necesaria la existencia de otro tipo de terapias psicosociales para el tratamiento de la enfermedad y, en concreto, se refirió a la terapia cognitiva conductual que lo que pretende es que el paciente comprenda cómo han aparecido esos síntomas de la enfermedad al tiempo que se le enseña a manejarlos.
Se trata, dijo Serafín Lemus, de que el enfermo asuma como algo propio su trastorno y para ello se le enseñan estrategias que le permitan superar los síntomas.
Dependiendo de la fase en la que se encuentre la enfermedad, el tratamiento cognitivo conductual puede ser suficiente, aunque aclaró que en fases más avanzadas es complementario al tratamiento farmacológico.
Serafín Lemos explicó que este abordaje psicológico también se puede aplicar en las fases más avanzadas en la que, además de actuar sobre el afectado, se actúa sobre su entorno familiar ya que lo que se pretende evitar es el ingreso hospitalario del paciente.
Lemos agregó que el entorno familiar es el idóneo para la recuperación del enfermo además de suponer un ahorro sanitario.
Señaló que esta terapia que ya se desarrolla en Cantabria se debería poner en marcha en todos los servicios de salud autonómicos, ya que se trata de un proceso novedoso en el tratamiento de las psicosis.
Respecto a los efectos desencadenantes de la esquizofrenia, el experto indicó que determinadas situaciones, como el estrés o los problemas sociales, pueden ocasionarla pero siempre en personas con vulnerabilidad para padecerla sea por factores genéticos o adquiridos.
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