El juez Bonduelle está de huelga

Matthieu Bonduelle, juez de instrucción en Bobigny, ha estado hoy de huelga. Sí, es un juez y ha hecho huelga. El paro que tantos dolores de cabeza está causando en España y que se ha convertido en el centro de la batalla judicial se ha producido hoy al otro lado de los Pirineos. Allí, los magistrados se han unido a profesores, empleados ferroviarios, trabajadores sanitarios, funcionarios y otros trabajadores que hoy protestaban por el aumento del paro y la pérdida de poder adquisitivo.

"El estar en huelga significa que hoy no voy al tribunal. Simplemente: no pongo interrogatorios ni careos para este día", dice Bonduelle, que pertenece al izquierdista Syndicat de la Magistrature, que agrupa al 28% de los magistrados franceses. "Tenemos derecho a ir a la huelga siempre que haya unos servicios de urgencia", afirma este magistrado, que calcula que ha hecho huelga al menos una decena de veces. Sin embargo, al igual que en España, el derecho a la huelga de los jueces tampoco está del todo claro.

Por un lado, la Constitución francesa garantiza ese derecho. Por otro, el artículo 10 del estatuto de los magistrados proclama que "está prohibida toda acción concertada para parar o dificultar el funcionamiento de la jurisdicción". El 'Syndicat de la magistrature' defiende la preponderancia del derecho a la huelga, según nos dice su representante David de Paz. Sin embargo, la Union syndicale des magistrats, que es el sindicato mayoritario al agrupar al 62% de la profesión, hace una interpretación más restrictiva de ese derecho. El presidente de este sindicato, Cristophe Régnard, nos explicó que en su asociación "no se hacen llamamientos a la huelga, porque somos fieles a nuestro estatuto. Lo único es que celebramos días de justicia muerta, jornadas en las que nuestros asociados no tramitan ningún dossier".

La principal reivindicación que ha llevado a los magistrados a las calles es la defensa de su independencia. Haciendo gala del arraigo del espíritu de Montesquieu, Bonduelle señala la importancia de que los jueces defiendan su autonomía respecto al Gobierno o al propio presidente de la República. "Están metiendo mucha presión", explica. De hecho, la última decisión en materia de Justicia que ha tomado el presidente Sarkozy, restar responsabilidad a la figura del juez de instrucción, no ha sentado nada bien a la judicatura gala, ya que se lee como una grave intromisión en sus competencias. Con esta decisión, cobra mayor relevancia el papel de los fiscales, que dependen del Ministerio y gozan, por lo tanto, de menor independencia.

El juez Bonduelle reconoce que el seguimiento de la huelga no ha sido precisamente mayoritario entre sus colegas: "No somos muchos, es verdad. Pero si lo fuéramos tampoco pasaría nada", nos ha dicho el magistrado. ¿Y qué consejo daría el juez galo a los españoles? "Aconsejaría a los españoles que desdramaticen. No somos la armada, no somos la policía. Tampoco es algo que hagamos cada dos días. La huelga es la solución última, lo reservamos para las grandes cuestiones", sentencia el magistrado de Bobigny.