Los bancos españoles han tenido dos noticias interesantes en las vísperas de la Navidad. La Comisión Europea ha aprobado los planes del Gobierno para ayudarles y los últimos datos son malos —han perdido 7.300 millones en depósitos— pero podían haber sido peores. Y sin embargo, pasarán la Navidad con la mosca tras la oreja, porque consideran que "alguien" le está susurrando al oído a Zapatero sobre "nacionalizar" la banca.
La sospecha proviene de la cena que el presidente mantuvo el dos de diciembre con un grupo de economistas. Mientras el encuentro instaló la zozobra en el Gobierno, entre los banqueros cundió la idea de que algunos de los asistentes a la cena habían insistido al presidente Zapatero en la tesis de que a la banca, si no gestionaba bien las ayudas, había que "nacionalizarla".
Ésa es la versión que, al menos, se ha extendido desde algunas instancias bancarias, donde al parecer han preguntado a alguno de los economistas presentes en la cena. Juan José Toribio, uno de los primeros españoles en ocupar un cargo ejecutivo en el FMI, director del IESE en Madrid y ex director del Servicio de Estudios de La Caixa; Emilio Ontiveros, consejero delegado de AFI, uno de los nombres que se utilizó hace semanas como candidato a suceder a Solbes y Ángel Laborda, director de Coyuntura de la Fundación de las Cajas (Funcas), fueron convocados por Javier Vallés, el responsable de la Oficina Económica del Gobierno. Aprovechando la oportunidad y, con la disculpa del encuentro con los del sector del automóvil, también se apuntó el ministro Sebastián.
Pero ni antes, ni durante ni después del encuentro, ninguno de los tres economistas presentes habló a Zapatero de la posibilidad de "nacionalizar" la banca, si éstos no respondían con una política más amplia de créditos. Así lo han confirmado a soitu.es tres de los seis asistentes a la cena, pese a lo cual a las cúpulas de los grandes bancos y cajas llegan "noticias y rumores de que le aconsejan al presidente nacionalizar", según fuentes de uno de los bancos españoles.
La misma sensación existe en fuentes cercanas a la CECA (Confederación Española de Cajas de Ahorro) donde, desde la semana pasada, se sospecha que el gobierno ha desatado "una campaña para presionarnos, con la intención de que aumentemos la concesión de créditos. Y no vamos a dar créditos a empresas que no son solventes".
El 'mosqueo' de banqueros y directivos de las cajas "resulta ridículo", según medios cercanos al actual equipo económico, porque en ningún momento se ha pensado en tal asunto, explicaba un alto cargo del Gobierno. No mientras el ministro sea Solbes, el secretario de Estado de Economía David Vegara y el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. "Es ridículo, además, porque ninguno de los tres economistas que cenaron en la Moncloa son precisamente unos entregados al intervencionismo o a las nacionalizaciones" apuntan las mismas fuentes del Ejecutivo. Pero eso no evitará que los banqueros tomen el turrón con alguna amargura.
La Comisión Europea ha aprobado el plan del Gobierno Zapatero para apoyar a las instituciones financieras con garantías estatales —100.000 millones ampliables a 200.000— para que superen la crisis financiera. Según Neelie Kroes, comisaria europea de Competencia, el plan del ejecutivo socialista tiene en cuenta "las particularidades nacionales del mercado bancario" al tiempo que asegura "la coherencia necesaria" para mantener el equilibrio entre los bancos europeos.
El presupuesto total del sistema está limitado a 100.000 millones de euros, que podrán incrementarse hasta 200.000 millones si las condiciones del mercado así lo exigen. "Solamente los bancos solventes tienen acceso al sistema de garantía", recuerda la CE. La decisión del Ejecutivo comunitario cubre un período de seis meses, tras el cual España "debe dar por concluido el sistema o bien notificar de nuevo su ampliación a la Comisión".
En tan sólo dos meses, el saldo vivo de los bancos españoles se redujo en 7.300 millones de euros. Al final de octubre contaban con un total de 640.998 millones de euros en depósitos, mientras que en agosto tenían 648.310 millones de euros en este concepto, según datos de la Asociación Española de Banca (AEB).
La mayor parte del saldo en depósitos estaba concentrada hasta octubre en manos de los seis principales bancos españoles —BBVA, Santander, Banesto, Banco Sabadell, Banco Popular y Bankinter— que aglutinaban el 78% del volumen total. En concreto, BBVA era la entidad que concentraba un mayor volumen, con 175.544 millones de euros, un 5,6% menos que a finales de octubre del año anterior. Tras el banco que preside Francisco González se situó el Santander, que acumulaba 156.240 millones de euros en depósitos de clientes, con un avance del 16,51%, con lo que creció muy por encima de la media del sector. A continuación se colocaron Banesto, con 57.619 millones de euros (+6,9%), seguido de Banco Popular, con 47.660 millones de euros (+26%); Banco Sabadell, con 38.811 millones (+8,9%), y Bankinter, con 28.480 millones (-4,3%).
Los bancos españoles contaban con 827.733 millones de euros en créditos concedidos a la clientela en octubre, lo que supone un aumento del 9,48% respecto al saldo acumulado hasta el mismo mes de 2007, cuando avanzaba a un ritmo del 16,7%. Esto supone que el pasivo acumulado por la banca cubría tan sólo el 77% del volumen crediticio, por lo que estas entidades financieras tuvieron que recurrir a otras formas de financiación para cubrir la 'brecha' de 186.735 millones entre créditos y depósitos.
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