"No molesten, que estoy reunido" parece el último eslogan de José Luis Rodríguez Zapatero. El presidente del Gobierno se ha convertido en un hombre hiperactivo que vive para reunirse tras asumir que estamos en crisis. A la esperada reunión de hoy con Mariano Rajoy, le sucederá el anunciado encuentro que varios economistas mantendrán el jueves con el director de la Oficina Económica de La Moncloa.
La semana que viene les toca ir a todos los portavoces parlamentarios para hablar también de economía. Además, el presidente ha anunciado que el 14 de agosto habrá consejo de ministros extraordinario para analizar la situación económica.
Pero Zapatero no es el único de su Gobierno que se reúne. Ayer mismo, en la sede de la AEB (la patronal de la banca) David Vegara, secretario de Estado de Economía y hombre de confianza del vicepresidente Pedro Solbes, y José Viñals, subgobernador del Banco de España -son los números dos en economía del Gobierno- almorzaron con los directores generales y algún consejero delegado de la banca grande y mediana. La cita fue un preludio de lo que va a escuchar Vallés, actual director de los asesores económicos de Zapatero, el jueves en La Moncloa.
Los banqueros transmitieron a Viñals y Vegara la enorme preocupación del sector por la escasez de dinero en los mercados y lo caro que es conseguirlo. Pese a las reiteradas negativas de Solbes y el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez a tomar alguna medida para dotar de liquidez a bancos y cajas, los altos cargos de la banca volvieron a enumerar los riesgos de la actual situación. No sólo la falta de liquidez en los mercados es asfixiante, sino que también el aumento de la morosidad a tasas del 13,3% como sucedió en mayo pasado, es un detalle alarmante.
Tanto Vegara como Viñals escucharon atentamente y sólo pudieron responder con argumentos muy similares a los que ya han repetido el gobernador y el vicepresidente. Y es que el Gobierno intervendrá en caso de riesgo sistémico. O lo que es lo mismo, que el Banco de España no consentirá que ninguna caja o banco llegue a una situación tan peligrosa como para que sus clientes queden desprotegidos.
Muy similares, aunque más amplios, van a ser los comentarios que economistas de varias instituciones financieras, empresas o servicios de estudios expondrán a Javier Vallés el próximo jueves, a partir de las doce de la mañana en La Moncloa. La mayoría de ellos se muestran sorprendidos por la publicidad que el Gobierno ha dado a esta cita, porque los encuentros son habituales en la Oficina Económica de La Moncloa desde que el ahora ex director de la oficina y actual Ministro de Industria, Miguel Sebastián, decidiera convocarles dos o tres veces al año.
Para varios de esos expertos, las reuniones para intercambiar opiniones e ideas se remontan a las que antes de las elecciones del 2004 organizó el ex ministro Jordi Sevilla, entonces secretario de Política Económica del PSOE. A aquellos encuentros acudían economistas de tinte más o menos progresista, entre ellos el propio Sebastián cuando aún era director del Servicio de Estudios del BBVA. En alguna ocasión también Zapatero, por entonces candidato del PSOE a la presidencia, también se personó a escuchar a los expertos. Más de uno ha especulado con que durante la cita con Vallés, Zapatero pase a saludar e incluso a instalarse un rato con los sabios, pero este hecho no ha podido ser confirmado en medios oficiales.
Pues bien, al igual que los banqueros ayer con Vegara y Viñals, los economistas convocados a La Moncloa hablarán, sobre todo, de liquidez de esa falta de dinero en los mercados internacionales -o si lo hay, a precios que no se pueden pagar- que impide a bancos, cajas y empresas españolas refinanciar sus créditos o captar más dinero para prestar a su vez dentro del país, de forma que el consumo tire de la economía.
Todos los consultados, tanto los que permiten dar su nombre como los que no, mantienen que el hecho de que esta vez la reunión vaya a tener más publicidad no va a coartar su opinión. "Si el presidente del Gobierno, o en este caso, Javier Vallés, me convoca supongo que es por que quieren saber lo que pienso. Y eso haré. Levantaré mi mano y daré mi opinión, como he hecho las otras veces que he asistido" explica Juan José Toribio, director del IESE en Madrid, uno de los economistas senior de este país, que ha pasado por el Banco de España, el FMI y varias instituciones financieras españolas.
Toribio, poco amigo de dramatizar ninguna situación, es de los pocos que piensa que está crisis, por compleja que sea como ha dicho Solbes -"que lo es" apuntala el profesor- no es tan grave como la del petróleo en 1973. Ni la situación es tampoco tan seria como la que llevó a la España de la Transición a firmar los Pactos de La Moncloa. "Sólo que entonces teníamos los instrumentos para actuar. Ahora no hay tantos, porque los tiene el Banco Central Europeo. Para eso estamos en el euro, Pero algunos instrumentos nos quedan. Y no entiendo muy bien ese rechazo a pactos con otros partidos políticos. Quizá es que he estado unos días en Japón y no he seguido bien la actualidad", remacha el profesor del IESE, en referencia a algunas voces que han hablado de la necesidad de otros pactos de La Moncloa para afrontar la situación económica, idea descartada desde el gobierno.
Tampoco a José Antonio Herce, el socio-director de Economia de AFI (Analistas Financieros Internacionales), otro experto de los que volverá a La Moncloa este jueves, le va a condicionar la publicidad dada al encuentro con Javier Vallés. Aunque tampoco entiende muy bien el porqué de esa expectación, si las reuniones son ya conocidas. Quizá por la situación de crisis económica, pero Herce insistirá en lo que piensa. En que la crisis crediticia es el principal problema de nuestra economía a corto plazo, a la que hay que buscar salida.
Pero también insistirá en que "lo que tenemos en la economía española es una hermosa crisis económica que tonteará con la recesión en los próximos trimestres y en la que el empleo caerá, muy probablemente, trimestre tras trimestre hasta finales de 2009 o principios de 2010. La tasa de paro subirá regularmente hasta finales de 2010, las empresas tendrán pérdidas cuando antes tenían beneficios o se deslizarán por la pendiente de la quiebra, los precios y los tipos de interés se mantendrán al alza, desaparecerá el superávit público, el crédito seguirá receloso". Así de claro lo expresará Herce en La Moncloa, aunque sea la sede de la presidencia del Gobierno y todos los flashes estén enfocados hacía ese encuentro. Después de todo, no hará más que concretar lo que ya ha publicado en alguno de sus artículos.
Como Herce y Toribio, el economista y director del Servicio de Estudios del BBVA, Javier Escrivá, tampoco se va a apartar del guión que ya han trazado los informes del servicio de estudios que dirige que fue el primero en anticipar que España acabaría el año en recesión. Esas perspectivas oscuras de hace una semana se mantenían a día de ayer, cuando la dirección del banco volvió a escuchar las conclusiones de sus expertos. Y, como en el caso de todos los consultados, los estudiosos del segundo banco del país mantienen que el primer problema de este país para ya (o como mucho septiembre) es ¡liquidez, liquidez, liquidez! Dinero que permita a las empresas y a los consumidores tirar del carro.
La cuestión ahora es si las conclusiones que escuche Javier Vallés de todos los convocados servirán para algo, si no coinciden con el optimismo o lo que quiere oír el presidente Zapatero. "Bueno, habremos cumplido con nuestro deber. Luego que el presidente haga lo que quiera" concluye uno de los consultados.
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