El cólera devora Zimbabue, excepto para Mugabe

Un día después de que Naciones Unidas hiciera público su último balance sobre la epidemia de cólera que se extiende por Zimbabue y que ya ha causado la muerte a unas 750 personas (y con cerca de 15.000 afectados), el presidente Robert Mugabe ha declarado que los médicos ya han conseguido controlar la epidemia. Un día después de que la portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Fadela Chaib, advirtiera que el balance podría aumentar en poco tiempo y que los hospitales y centros de salud son incapaces de ayudar a las víctimas, Mugabe ha asegurado haber recibido informes de doctores que aseguran que no hay nuevos casos de la enfermedad. Efectivamente, mientras las voces de alarma y denuncia no han dejado de llegar en los últimos días, el discutido presidente Mugabe ha negado hoy la gravedad de la situación.

Durante la jornada de hoy, además, se han pronunciado algunos de los países que colindan con Zimbabue. Por ejemplo, fuentes sanitarias de Mozambique han declarado a Efe que el cólera está empezando a afectar a algunas zonas del país. Mientras, las autoridades sudafricanas han declarado "zona catastrófica" la frontera con Zimbabue, según han informado fuentes oficiales.

Las condenas políticas al régimen de Mugabe, que lleva en el poder desde 1979, no han dejado de sucederse. "Es una crisis humanitaria, pero no creo que uno puede desvincularla de la crisis política en la que se encuentra sumergida Zimbabue", ha subrayado hoy el embajador estadounidense en el país, James McGee, quien ha pedido la marcha del veterano líder. Esta condena se suma a las que, en días precedentes, ha emitido buena parte de la comunidad internacional, como Gordon Brown, Nicolas Sarkozy, Condolezza Rice, así como varios dirigentes africanos.