Washington.- El embajador de Estados Unidos en Zimbabue, James McGee, afirmó hoy que "un hombre, (el presidente) Robert Mugabe, y sus compinches mantienen secuestrado" a Zimbabue, que está "degenerando rápidamente en un Estado fallido".
"Es hora de que (Robert) Mugabe se marche. Ha agotado su función en Zimbabue", afirmó McGee en una rueda de prensa el Departamento de Estado, donde compareció ante los medios junto con la administradora la Agencia para el Desarrollo Internacional de EE.UU. (USAID), Henrietta Fore.
Estados Unidos destinó hoy 6,2 millones de dólares adicionales a la lucha contra la epidemia de cólera que azota a Zimbabue, lo que eleva el total de su asistencia humanitaria proporcionado a ese país desde octubre de 2007 a 226 millones de dólares, según Fore.
USAID ha enviado a la zona un Equipo de Respuesta a Desastres para evaluar las necesidades de asistencia humanitaria y ha trasladado parte de estos expertos a las fronteras, adonde se trasladan las víctimas del cólera para recibir tratamiento médico.
Contrariamente a lo que ha dicho el presidente zimbabuense, Fore y McGee aseguran que la epidemia no está controlada y que actualmente hay unas 16.000 personas infectadas y aproximadamente 800 víctimas mortales.
"Es una crisis humanitaria, pero no creo que uno puede desvincularla de la crisis política en la que se encuentra sumergida Zimbabue", subrayó el embajador estadounidense.
"Esta crisis política es el resultado de políticas económicas fallidas, corrupción y violaciones de los derechos humanos por parte del Gobierno zimbabuense", agregó.
De acuerdo con el diplomático, "un hombre, Robert Mugabe, y sus compinches, mantienen secuestrado a este país y Zimbabue está degenerando rápidamente en un Estado fallido".
EE.UU. seguirá presionando al Gobierno de Zimbabue para que su líder abandone el poder y continuará trabajando con la Comunidad para el Desarrollo de África Meridional (SADC, por sus siglas en inglés), la Unión Africana (UA) y la ONU para obligarle a marcharse, dijo McGee.
Washington no ha ocultado su decepción por el hecho de que algunos países africanos, especialmente Suráfrica, no hayan hecho más para solucionar la crisis en Zimbabue y forzar la salida de Mugabe.
No obstante, el embajador estadounidense considera que cada vez hay más voces en la región que se alzan en contra del presidente zimbabuense y que el miedo a la expansión de la epidemia de cólera a otros países generan poco a poco respuestas en toda África.
En opinión de Estados Unidos, la SADC debería cumplir sus propias normas, porque Zimbabue infringe "todas las leyes" de este organismo regional.
"SADC tiene muchas opciones bajo su control. Ha actuado en otras ocasiones con otros países y ha generado resultados", dijo McGee, quien agregó que el Gobierno estadounidense espera que haga lo mismo con Zimbabue.
El representante diplomático descartó una acción militar para derrocar a Mugabe e insistió en que Washington "busca una solución pacífica" en el país africano.
"Una cosa que no queremos es más de lo que ha pasado año tras año en Zimbabue. Hay mucha gente en este Gobierno con las manos muy, muy manchadas de sangre y el Ejecutivo está haciendo todo lo que sea necesario para mantenerse en el poder. Lo hemos visto desde comienzos de los años 80 y no queremos verlo repetido", explicó.
La solución para Zimbabue pasa por la vía pacífica, a través de organismos regionales, que, no obstante, "tienen que reaccionar", sostuvo McGee, quien indicó que salvo la acción militar, "todas las opciones están sobre la mesa".
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