Secciones bajar

ETA, contra el ecosistema... de los humanos

Por SOITU.ES
Actualizado 03-12-2008 21:51 CET

Desde que comenzó la construcción de la 'Y' ferroviaria vascala línea de alta velocidad que une las tres provincias del País Vasco y Madrid—, este trazado se ha convertido en uno de los objetivos prioritarios de la banda terrorista ETA, que ha atentado en varias ocasiones contra empresas adjudicatarias de las obras. Algunas fueron amenazadas por considerarlas sometidas a "intereses ajenos a Euskal Herria", como dijo la banda en un comunicado hecho público el 16 de agosto en el diario Gara.

El Consejo de Administración de Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) adjudicó en marzo de 2006 la construcción del primer tramo del Tren de Alta Velocidad (TAV) a la Unión Temporal de Empresas formada por TECSA y Altuna y Uría, empresa de la que el asesinado Ignacio Uría Mendizábal era socio mayoritario. Este subtramo, que comenzó a construirse en octubre de ese año, discurre por los municipios de Vitoria, Arrazua-Ubarrundia y Legutiano, todos ellos en Álava.

En lo que va de año ETA ha atentado en tres ocasiones contra adjudicatarias del TAV, según ha reivindicado la propia banda terrorista. El primer ataque se produjo el 12 de mayo en Hernani (Guipúzcoa) contra la empresa Amenabar, encargada de la construcción de la variante de Urnieta y una de las más amenazadas por la banda. La acción provocó daños materiales en dos excavadoras. El 1 de junio, la banda volvió a atentar contra la misma empresa en Zarautz (Guipúzcoa) y en julio, tras la desarticulación del comando Vizcaya, fueron atacadas otras dos empresas constructoras en la localidad guipuzcoana de Orio: Acciona y Fonorte. La primera, encargada del tramo que une Legutiano II con Eskoriatza (2,4 kilómetros) y la segunda, que junto con Excavaciones Viuda de Sáinz, realiza el trazado de cinco kilómetros y medio que separan Eskoriatza de Aramaio, Guipúzcoa.

La banda explicaba estos ataques porque "los intereses que están detrás del TAV son ajenos a Euskal Herria. No hay un solo beneficio y, por lo tanto, lo único que nos quedará será la cicatriz de cemento que atravesará nuestro pueblo de punta a punta". "Cada una de esas toneladas de cemento entierra nuestro proyecto popular", bajo el discurso de "la supuesta modernidad, bienestar y tantas otras palabras vacías", decía el comunicado.

Algo que ya se esperaba

Según publicó el diario El País meses antes de que se produjese el primer atentado, ETA estaba instruyendo a sus bases para sabotear la alta velocidad en Euskadi. En un manual hallado por la policía a jóvenes acusados de colaborar con la banda se detallaba la forma de atentar contra grúas y maquinaria en las obras del AVE. La excusa de la banda era que las obras amenazaban el ecosistema de la comunidad.

En los papeles incautados además de dejar claros los objetivos, ETA explicaba el modo en que se debía actuar. Las acciones de sabotaje incluían el corte de los cables de las grúas, agujerear cañerías, provocar cortocircuitos en la red eléctrica, dañar los motores de la maquinaria y obstaculizar las carreteras de acceso a las obras. Además la guía aconsejaba qué decir en las ferreterías para comprar el material sin levantar sospechas. La explicación: "es que estamos construyendo una escultura".

En este tiempo, Elorrio —localidad de encuentro de las tres provincias vascas en el trazado de la alta velocidad gobernada por ANV— ha sido escenario de repetidas protestas contra el AVE. Hace justo un año, el 2 de diciembre de 2007, el municipio vizcaíno votó no a la llegada del tren. Sólo un 37,5% de la población participó en la consulta. El movimiento en contra de estas obras, que costarán 4.178 millones de euros, ha generado numerosas manifestaciones. El 15 de diciembre pasado se produjo la más multitudinaria en Arrasate (Guipúzcoa).

Obras de ingeniería en el punto de mira

De nuevo argumentos ecologistas para atentar contra las obras de ingeniería pública vascas, una labor a la que se dedicaba desde hacía tiempo Altuna y Uría S.A. En 1975, la empresa de los hermanos Uría Mendizábal, que se constituyó en 1969 para la edificación de viviendas, decidió centrar su trabajo en este tipo de construcciones.

Durante los años setenta ETA amenazó la Central Nuclear de Lemóniz, que finalmente no se construyó. Las obras sufrieron los ataques de la banda terrorista usando la misma excusa medioambiental. Cuatro obreros y el director de la sociedad mixta que iba a gestionar la central fueron asesinados.

También la autovía de Leizarán, que tardó seis años en construirse, fue saboteada en diversas ocasiones. Cuatro personas relacionadas con las obras murieron a manos de ETA. Además, la presa navarra de Itoiz fue saboteada por la izquierda 'abertzale' durante su construcción a finales de los 90.

Las obras de la 'Y' vasca se prolongarán hasta 2013, tres años más de lo previsto en un principio. Para dar mayor celeridad al trazado se dividió en 18 tramos, adjudicados cada uno de ellos a distintas empresas. Muchos frentes abiertos y demasiado tiempo para tener garantizada la seguridad en todo momento. El propio consejero de Interior vasco, Javier Balza, aseguró en junio que no tenía "ninguna duda" de que las obras de la 'Y' vasca serían "objetivo de ETA". "El Gobierno Vasco ha sido muy claro y no tiene ninguna duda de que el TAV es objetivo de la organización terrorista", insistió Balza, para quien sería "ingenuo" pensar lo contrario.

Para saber más:

Di lo que quieras

Aceptar

Si quieres firmar tus comentarios puedes iniciar sesión »

En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.

Di lo que quieras

Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si ya lo estás registrado puedes iniciar sesión ahora.

Volver a actualidad Volver a portada
subir Subir al principio de la página